Hospital Perpetuo Socorro, cuidado oftalmológico, seguro de visión

Las revisiones oftalmológicas periódicas son fundamentales para poder prevenir o diagnosticar de forma precoz cualquier patología ocular, lo que permite tratarla a tiempo. La vista es un sentido muy sensible que requiere de cuidados y revisiones que garanticen su perfecto estado.

De hecho, puede evitarse un altísimo porcentaje de casos de ceguera con estos controles, pues existen enfermedades de alta prevalencia como la diabetes, que puede producirla; y por otro lado, patologías sin sintomatología como el glaucoma, que actualmente ocupa el primer puesto como causa de ceguera irreversible. Por ello, un examen oftalmológico que incluya pruebas de agudeza visual, un estudio del fondo de ojo y otras exploraciones en función de la edad y problemas oculares existentes es la mejor vía para una visión sana.

Para cuidar la salud ocular con las mayores garantías, Hospital Perpetuo Socorro cuenta con un amplio plantel de oftalmólogos de reconocido prestigio que cuentan con subespecializaciones en áreas como la oculoplastia (cirugía estética en los ojos), la refractiva, láser o glaucoma; y con las más avanzadas herramientas de diagnóstico y tratamiento.

La primera revisión de la vista se debe realizar entre los tres y cinco años si no existe ningún síntoma previo que aconseje adelantarla, ya que a partir de los ocho años la visión se encuentra madura y ya no podrán corregirse algunos problemas de relevancia. Por eso, en los niños, hasta cumplir los nueve, las consultas deben ser anuales. Entre las principales afecciones que suelen aparecer en la infancia se encuentran la ambliopía u ojo vago, el estrabismo y los problemas refractivos, esto es, miopía, hipermetropía y astigmatismo. Hasta los 18 años, cuando es precisa una nueva consulta, será la aparición de problemas de visión y el oftalmólogo lo que determine las consultas necesarias .

Entre los 20 y los 40 años, si no existen afecciones que indiquen una mayor frecuencia, los controles pueden ser bianuales para realizarse cada año a partir de la cuarentena. Es la edad en la que comienza la presbicia o vista cansada por la pérdida de elasticidad del cristalino y el momento de controlar la presión ocular anualmente para evitar el glaucoma. Esta patología es conocida como ceguera silenciosa por su total ausencia de síntomas, que sólo aparecen en su última etapa, cuando el daño es ya irreversible.

A los 50 años pueden iniciarse las cataratas, incrementándose su prevalencia a partir de los 60. No obstante, la cirugía actual permite una óptima recuperación de la visión de forma mínimamente invasiva, técnica en la que Hospital Perpetuo Socorro tiene una amplia experiencia. El fin de la operación de la catarata es evitar que esta derive hacia la ceguera del paciente. La selección de la lente intraocular estándar permite en muchos casos reducir la dependencia de las gafas en pacientes con defectos refractivos moderados y severos, aunque varía con cada ojo y sus propias características. Pero también hay lentes intraoculares personalizadas.

En esta sexta década es cuando suele aparecer la degeneración macular, ante la que la detección de síntomas precoces permite afrontar su tratamiento con mayor tasa de éxitos. En cualquiera de los casos existen pacientes con los que hay que extremar los cuidados, como los que padecen diabetes o antecedentes familiares de enfermedad ocular, como glaucoma o degeneración macular.

Y si se padece algún trastorno de visión, como la miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia es posible resolverlo de forma rápida y segura con el uso del láser. Hospital Perpetuo Socorro cuenta con un láser de última generación único en Canarias que reduce la inflamación postoperatoria y actúa con gran precisión para que la falta de vista sea sólo un recuerdo.

Miopía

Se caracteriza por causar una visión borrosa de los objetos lejanos, especialmente a partir de seis metros. Provocada por un globo ocular excesivamente grande o una córnea o cristalino demasiado curvos, se desconocen las causas exactas de tales anomalías aunque se sospecha de causas genéticas.

Hipermetropía

En el lado contrario se encuentra la hipermetropía, ya que provoca visión borrosa de los objetos cercanos, esto es, en general, en una distancia menor de seis metros, mientras se perciben con claridad los situados a distancia. En este caso el problema es un globo ocular es demasiado corto desde el frente hasta la parte posterior y un cristalino con dificultad para redondearse y enfocar adecuadamente. También se le presuponen factores genéticos y suele producir dolores de cabeza, principalmente al final del día, debido al esfuerzo constante para acomodar la visión.

Astigmatismo

La visión borrosa de las imágenes verticales, horizontales o diagonales es la principal característica que presenta el astigmatismo, en este caso por un problema visual provocado por la curvatura irregular de la córnea.

Presbicia

Por último, la presbicia es un proceso natural del envejecimiento, que se va agravando con los años. El músculo ciliar pierde flexibilidad y, paralelamente, se va endureciendo una lente que tenemos dentro del ojo, llamada cristalino, por lo que ya no puede realizar el proceso acomodaticio que le permita enfocar con nitidez los objetos cercanos.

Cirugía

Hace algunos años era imposible resolver estos problemas de visión y la única opción disponible consistía en la utilización de gafas o lentes de contacto. Actualmente pueden resolverse quirúrgicamente de forma segura y eficaz a través del láser, un dispositivo que en el caso de Hospital Perpetuo Socorro es de última generación.

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