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Cavadas reconstruye el rostro y mano a un keniano atacado por una hiena

El cirujano valenciano Pedro Cavadas y su equipo han reconstruido parte del rostro y la mano izquierda con técnicas microquirúrgicas a un keniano de 52 años, Lonunuko Lekidenie, que fue asaltado por una hiena al intentar defender a una mujer a la que el animal estaba atacando y que finalmente murió. El paciente tenía mala calidad de vida porque no podía comer, ni hablar bien ni tragar, y el aspecto le estigmatizaba «mucho» en su aldea.

Europa Press / Valencia

Jueves, 1 de enero 1970

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El doctor, junto con Lonunuko, ha explicado este martes las intervenciones a las que ha sido sometido en una rueda de prensa en el Hospital de Manises (Valencia), donde el keniano ha sido operado dentro del acuerdo de colaboración entre el centro sanitario y la Fundación Cavadas.

El paciente se ha sometido a tres cirugías: la reconstrucción maxilar, de tercio medio de cara; de la nariz; y la reconstrucción microquirúrgica del pulgar de la mano izquierda, con las que le han «regalado» una «segunda oportunidad» y una «vida nueva», según ha resaltado Cavadas, que ha hecho de traductor del paciente, que solo habla suajili.

El doctor ha explicado que el «grueso» de la operación ya se ha realizado y que los «retoques cosméticos» que faltan --como en la nariz, mejorar la estética del pulgar o la posición del ojo izquierdo, que es protésico-- los llevarán a cabo en «viajes progresivos» a Kenia (el primero en Fallas), donde tienen la «tecnología y medios» para realizar estas pequeñas operaciones.

Lonunuko fue atacado por una hiena en el año 2012, cuando escuchó los gritos de una mujer a la que intentó socorrer aunque el animal la acabó matando. El hiénido atacó al keniano, que intentó defenderse, pero el animal le arrancó los dedos de las manos y parte de la cara; y Lonunuko tuvo la «bendita suerte» de caer en un hueco al que la hiena no podía acceder.

Así, el paciente estuvo «malganándose» la vida, sin tener ninguna calidad ya que no podía comer, hablar o tragar, además de presentar un aspecto que le estigmatizaba «mucho». «Una deformidad facial seria te estigmatiza, incluso en aldeas pequeñas. Ahora no tiene una cara normal, pero tiene una cara que no llama tantísimo la atención», ha puntualizado Cavadas.

El keniano se ha mostrado «encantado y contentísimo» de haberse sometido a las operaciones, según ha traducido Cavadas. «Ahora puedo hablar bien, comer bien y cuando me miro en el espejo vuelvo a verme. Estoy agradecido», ha señalado y ha dicho tener «prisa» por volver a su aldea y ayudar a su mujer y sus siete hijos.

Asimismo, Cavadas ha destacado que Lonunuko, al que la Fundación conoció hace dos años, es «valiente», por arriesgar su vida para intentar salvar a la mujer, y «sorprendentemente duro», por sobrevivir a un «ataque terrorífico» del que considera que es, «sin duda», el animal «más agresivo» que existe.

«Un antes y un después»

El doctor ha señalado que su Fundación intenta traer solo pacientes a los que les pueden «cambiar la vida 180 grados», con los que «claramente va a haber un antes y un después», a quienes la mejoría que proporcionarán será «duradera» y que no puedan realizar en el país de origen.

En este sentido, ha explicado que suelen atender a entre tres y cuatro pacientes por año y ha destacado que el acuerdo de la Fundación con el Hospital de Manises, que comenzó en 2011 y por el cual se reparten los costes, es «muy beneficioso» para todas las partes.

«Para el hospital es una cosa muy bonita de hacer, por ser capaz de regalar estas cosas; para la Fundación, es nuestro trabajo, qué menos que hacerlo y que nos lo faciliten; y lógicamente es beneficioso para los pacientes, que son los protagonistas. Nosotros somos vectores del regalo, es el paciente el protagonista», ha indicado el cirujano.

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