Sin rescatadores no hay rescate
Salvaguardar la propia vida, la principal enseñanza de los bomberos de Gran Canaria a los de GambiaEl Consorcio de Emergencias de la isla se centró en formar a los efectivos gambianos en su propia protección para el rescate de personas y animales de los pozos existentes en el país | Los niños son los que más suelen precipitarse accidentalmente
El Consorcio de Emergencias de Gran Canaria continúa apoyando al Cuerpo de Bomberos de Gambia en sus labores habituales, como es el rescate de menores y adultos de los pozos del país. Para ello, le instruyen con técnicas también válidas para izar animales, como las vacas, que se precipitan en estos orificios horadados en la tierra, ya que hay que extraerlas para evitar que se descompongan, contaminen el agua y generen muertes por intoxicación. Así lo informan en un comunicado.
«Una vez cayó una encima de la otra, la de abajo murió, la de arriba estaba viva», relata Yaya Fanneh, uno de los responsables de los bomberos gambianos, quien explicó que deben utilizar doble eslinga y, dado el peso y la envergadura, «no es fácil», así que conlleva mayor riesgo que cuando se trata de animales menores. Suelen caer cabras e incluso gallinas que igualmente hay que extraer.
Los casos más acuciantes son los de los niños que caen por el peso del cubo, pues los pozos están a ras del suelo o apenas tienen un pequeño murete. Por este motivo, la formación diseñada por la responsable de la ONG StarUP, Sonja Arup, junto a los bomberos de Gran Canaria, en el marco del Programa de Cooperación para la Seguridad y Emergencias de Gambia, incluye la enseñanza de rescates en pozos y la acción principal de salvaguardar la propia vida, pues sin rescatadores no hay rescates.
Los bomberos grancanarios observaron en primer lugar el modo de trabajo de los gambianos para poder estructurar su enseñanza a partir de sus conocimientos. De esta manera, les pudieron mostrar cómo manipular cuerdas o cómo asegurarse con arneses y anclarse a un vehículo, poste o aquello que soporte el peso de un elefante.
También a utilizar la doble cuerda, lo que implica doble seguridad, así como los nudos que deben utilizar, como el ocho, que ya manejan y es adecuado para anclar una cuerda, y el de mariposa, que se utiliza cuando hay que distribuir el peso en dos puntos de anclaje, tal y como explicaron el cabo Ismael Mejías Pitti, junto a Eugenio Martínez. Por su parte, Jerónimo Martínez y Brian Acosta se encargaron de mostrar el funcionamiento de las bombas de los camiones en el otro extremo del parque de Bakau.
Tras manejar el procedimiento para poder descolgarse, el cabo mostró un descenso en la torre del parque, pues el siguiente objetivo consiste en progresar en altura, sea descender o ascender, además de aprender a «empaquetar» a la persona a rescatar, es decir, envolverla para extraerla con máxima seguridad.
Este descenso causó especial expectación y aún más interés por manejar los pasos y los nudos, pues el próximo módulo es que se cuelguen de la torre y el siguiente será introducirse en un pozo real. Además deben manejar la mecánica al dedillo porque el objetivo es que a su vez sean formadores, aunque para consolidar las técnicas cuentan con el apoyo de la instrucción recogida en vídeo por el equipo.