Urgencias del Insular: «Trabajamos en un escenario de guerra»
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La saturación del servicio impide garantizar un mínimo de intimidad a las personas atendidas en camillas repartidas por las zonas de tránsitoNecesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
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Pese a que el personal de Urgencias del hospital Insular lleva años observando cómo la saturación del servicio aumentaba y se cronificaba, nunca se había enfrentado a unas condiciones tan duras como las que están viviendo estos días. «Siempre intentamos alejarnos de la demagogia barata, pero lo que estamos viendo estos días entra en la definición de un auténtico escenario de guerra», sostiene el delegado del Sindicato de Enfermería Satse, Juan Trenzado Diepa, sobre el colapso que está sufriendo el servicio que ha llegado a tener a 70 pacientes por los pasillos y a 130 a la espera de ingreso.
Así, la falta de espacio ha obligado a distribuir a los pacientes en camillas que van colonizando nuevos espacios, incluso fuera del área de Urgencias, hacia la zona de Radiología.
El último lugar ocupado es la zona cercana a los ascensores panorámicos del ala norte, que han tenido que ser clausurados. «Han colocado biombos para tapar las camillas. Están cerca del acceso al hospital. Es un lugar de tránsito habitual», comenta el enfermero.
En estas circunstancias, con los pacientes repartidos por las zonas comunes, y con una ocupación hospitalaria del 100%, según reconoció el lunes el propio hospital, «cualquier idea de mínimo respeto a la intimidad queda devastada», señala Trenzado.
La solución para prestar una atención sanitaria en unas condiciones dignas tampoco se atisba a corto o medio plazo. «La realidad está golpeando cualquier idea de planificación. La situación es tan grave que incluso trasciende las competencias de la gerencia», señala el representante sindical que pide la intervención del consejero canario de Sanidad o del presidente del Gobierno regional para adoptar alguna medida de carácter urgente.
«No se puede tolerar. Es una falta de respeto absoluto a los pacientes», subraya Trenzado que califica de inaceptables las condiciones en las que el personal de Urgencias está desarrollando su trabajo. «Estamos absolutamente desbordados», añade.
De hecho, señala que muchos trabajadores están planteándose dejar de trabajar en el servicio y suelen preguntarle cuándo se van a convocar los traslados.
La única solución que se plantea para atajar este problema tardará años en llegar; un nuevo edificio que se levantará en el solar aún ocupado por el antiguo Colegio Universitario de Las Palmas (CULP), pendiente de demoler.
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Carmen Delia Aranda
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