La mortalidad femenina por cáncer de pulmón se triplica en 20 años

La mortalidad femenina por esta clase de tumores, advierten, prácticamente se ha triplicado en solo 20 años y amenaza ya con emular el trágico camino recorrido antes por los hombres, entre quienes hace tiempo que es la segunda causa principal de fallecimiento. De hecho, en un momento en el que los decesos por esta enfermedad se han estancado entre los hombres, la mortalidad global sigue al alza por el 5,5% más de fallecimientos femeninos que un año antes.

A principios de siglo, los tumores de pulmón y bronquios ocupaban un segundo escalón entre los cánceres que atacaban y mataban a las españolas, encabezados con mucha diferencia por el de mama. Sin embargo, en solo dos décadas las defunciones de mujeres causadas por la enfermedad subieron un 181%. Pasaron de las 2.116 de 2002 a las 5.965 del año pasado, 3.844 más, o lo que es igual, casi el triple.

No solo existe una avalancha de decesos femeninos sino que el problema va a peor. Si al final de la primera década del siglo el incremento de muertas anuales por la enfermedad respecto a 2002 fue de 1.700, en la segunda los decesos femeninos por esta neoplasia crecieron en 2.150 anuales. «El aumento de los últimos años es especialmente preocupante», subraya la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (Icaprem).

Los especialistas tienen pocas dudas de que, salvo que se tomen medidas que lo remedien, los tumores de pulmón serán el cáncer más letal entre las españolas antes del final de esta década, situación que ya se vive en países como Estados Unidos. Esta patología ya es el segundo tipo de cáncer que mata a más españolas, cada año más cerca del de mama, que causa 700 fallecidas más.

Los expertos están de acuerdo en cuál es la razón que explica el «aumento descontrolado» de muertes. Es consecuencia de la llegada a la madurez de las españolas que se incorporaron de forma masiva al hábito tabáquico en los años ochenta, una tendencia que, a día de hoy, tiene pocos visos de mejorar. Las chicas tienen tasas de consumo de tabaco y cigarrillos electrónicos superiores a las de los hombres y se inician en las prácticas de alto riesgo a edades más tempranas, como certifica un estudio entre adolescentes de Sanidad.

Cientos de especialistas y científicos encuadrados en organizaciones como el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) o Icapem reclaman a ministerio y consejerías que, superada la pandemia y a la vista de estas cifras, pongan la lucha contra esta patología, que mata a casi 23.000 españoles al año, la tercera que más, en el centro de sus preocupaciones y presupuestos.

«Es necesario frenar este avance», demanda Mariano Provencio, presidente de GECP, quien recuerda a la autoridades que el cáncer de pulmón tiene una altísima letalidad, pues mata cada año a tantos pacientes como los de mama, colon y próstata juntos. Exigen a los responsables sanitarios un plan urgente contra el tabaquismo –con alzas de precios, prohibición de fumar en espacios públicos e idénticas restricciones para el vapeo–, la mejora del diagnóstico precoz de una patología con una enorme letalidad derivada de que se detecta en estados ya muy avanzados y un apoyo público decidido a los grupos de investigadores tanto básicos como clínicos.

Icapem también reclama que se introduzca la perspectiva de género tanto en la práctica clínica como en la investigación del cáncer de pulmón para aumentar el éxito. Hace falta incluir a más mujeres en los ensayos clínicos, donde ellas y sus especificidades están infrarrepresentadas. También hace falta aumentar los estudios genéticos en estas enfermas, pues los tumores desencadenados por mutaciones son mucho más numerosos entre ellas. Entre las mujeres hay un tercio de cánceres de pulmón sin origen en el tabaquismo, con otras procedencias como la genética o la ambiental. Una proporción que duplica la masculina, entre quienes los cigarrillos explican el 90% de las dolencias.