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El confinamiento y la reducción de la vida social afectó gravemente la salud mental de la población, especialmente la de las personas más jóvenes que aún están sufriendo las secuelas de la pandemia. «El índice de intentos de suicidios en jóvenes ha aumentado un 100% después de la pandemia», señaló ayer el psiquiatra José Luis Carrasco en la presentación a los medios del 24 congreso de la Sociedad Española para el Estudio de los Trastornos de la Personalidad (Seetp) que se celebra hasta mañana en el Palacio de Congresos de la capital grancanaria.
El presidente de la sociedad y jefe de la Unidad de Trastornos de la Personalidad del Hospital Clínico San Carlos de Madrid indicó que antes de la epidemia en el servicio de Urgencias del hospital atendían a entre uno y dos jóvenes al día por intentos de suicidio, mientras que ahora ven «un mínimo de cuatro o cinco al día».
En cuanto a las razones que explican este preocupante incremento de las conductas suicidas entre las personas jóvenes, Carrasco indicó que podría estar relacionado con el aumento de los trastornos de personalidad, de la inseguridad y de los sentimientos de vacío y de desregulación emocional.
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En todo caso, el psiquiatra explicó que, pese a estos intentos de autolisis, por fortuna, el número de suicidios entre jóvenes no ha aumentado como sí ha ocurrido entre los adultos tras la pandemia.
Carrasco señala que el trastorno de personalidad está asociado a la conducta suicida porque quienes lo padecen «tienen una personalidad deficientemente formada o inmadura» y carecen de herramientas para expresar su sufrimiento y pedir ayuda. «Es muy importante visibilizar el trastorno. Los intentos de suicidio, el consumo de drogas, la agresividad o la desadaptación no son conductas caprichosas de la juventud», indica el experto sobre lo que considera síntomas de un trastorno.
Según Carrasco, si los trastornos mentales, en general, aumentaron un 30% con la pandemia, los trastornos de personalidad y de conducta alimentaria han crecido un 80%.
La prevención del suicidio entre los jóvenes es una de las cuestiones que se abordarán en el congreso que reúne a 400 expertos en el abordaje de los trastornos de personalidad. Una patología que, según Carrasco, recibe mucha atención por parte de los profesionales y muy poca por parte de las instituciones sanitarias.
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