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Eduard Gratacós, director de BCNatal, supervisa una ecografía. R. C. / Atlas

Dos hospitales de Barcelona desarrollarán una placenta artificial

La iniciativa, ideada para salvar bebés prematuros, consiste en crear una bolsa en la que el feto vivirá en un medio líquido

Jueves, 3 de diciembre 2020, 13:19

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Luisa Martínez es la madre de Mario, un niño de seis años que iba a nacer con una rara enfermedad congénita que le abocaba a tener un agujero en el diafragma. Fue intervenido quirúrgicamente en la semana 30, pese a que el riesgo de mortalidad era altísimo. Por desgracia nació antes de lo debido, lo que acarreó la rotura de la clavícula y otros problemas que le obligaron a permanecer en la UCI siete meses. Estuvo conectado a un respirador y una sonda nasogástrica. Su alumbramiento prematuro le ha supuesto padecer una discapacidad cognitiva y un trastorno del espectro autista. Como dijo este jueves Martínez, «en la medicina fetal no hay certezas». Sin embargo, a partir de ahora se abren nuevas posibilidades.

Los hospitales Clínic y Sant Joan de Déu, ambos en Barcelona, llevarán a cabo conjuntamente un proyecto de placenta artificial para intentar salvar la vida de los bebés prematuros. Esta placenta consistirá en una bolsa hecha con materiales biocompatibles en cuyo interior estará el neonato en un medio líquido (muy parecido al amniótico) dentro un entorno muy similar al útero materno. Según explicaron hoy los promotores de la iniciativa, el feto recibirá oxígeno, nutrientes y hormonas a través del cordón umbilical, al tiempo que estará monitorizado las 24 horas del día. Para evitar contratiempos, se controlará al neonato mediante una ecografía del flujo sanguíneo con el fin de conocer su presión arterial y frecuencia cardíaca. El estado del bebé, que a veces se manipulará mediante unos finos brazos robóticos, se vigilará mediante sensores colocados en el líquido amniótico o el cordón umbilical. En España, los bebés prematuros representan el 7%. Los más vulnerables son aquellos que son alumbrados antes de la semana 28, considerados prematuros extremos.

La Fundación la Caixa aportará, en una primera fase, 3,35 millones de euros al proyecto, hasta desembolsar siete millones de al acabar el proyecto. Solo en Europa se producen 25.000 nacimientos de estas características cada año en Europa.

Idea antigua

Según explicó Eduard Gratacós, director de BCNatal y líder del proyecto, la idea de crear una placenta artificial es muy antigua y data de hace sesenta años, pero siempre ha sido muy difícil llevarla a cabo. Es ahora cuando investigadores y especialistas de Barcelona, que atesoran grandes conocimientos sobre el desarrollo cognitivo, cerebral y cardiovascular en la vida prenatal, están preparados para llevarla a cabo. Gratacós cree dentro de cuatro o seis años los neonatos podrán pasar temporadas dentro de la placenta artificial. Solo permaneciendo dos semanas, los bebés prematuros experimentarían una gran mejoría.

La supervivencia entre neonatos nacidos a los seis meses o menos de gestación se encuentra entre el 25 y el 75 %. De los bebés que sobreviven, entre el 75 y el 95 % presentan secuelas que pueden afectar gravemente a su desarrollo cerebral, cardiovascular y respiratorio. El pronóstico no ha mejorado en los últimos veinte años.

El equipo liderado por Gratacós lleva dos años trabajando en este campo. Primero se ensayará con ovejas, y si se obtiene éxito, la experiencia se aplicará a la práctica clínica. Los resultados cosechados en los experimentos serán integrados y evaluados mediante inteligencia artificial para poder realizar mejoras. «No se trata de un embarazo artificial ni de un método de reproducción asistida», alegó el experto, quien aseguró que el feto recibirá el aporte de 25 bombas de medicación.

La técnica trata de reducir al máximo las intervenciones invasivas. De hecho, en los dos hospitales hay expertos en cirugía fetal que llevan a cabo operaciones dentro del útero de la madre, lo que comporta muchos riesgos tanto para la mujer como para el bebé.

La placenta artificial será una bolsa translúcida cuya principal característica será su conexión a un cordón umbilical. «Solo disponer de una plataforma experimental como la que se va a construir ya permitirá investigaciones paralelas de gran importancia para entender el desarrollo fetal normal y anormal», adujo el experto. La bolsa será un recipiente blando que estará protegida de la luz de luz y el sonido, si bien se espera poder reproducir sonidos comparables a los del útero materno. Los brazos robóticos se limitarán a realizar movimientos milimétricos para el manejo del bebé.

Los niños que nacen prematuramente, antes de las 37 semanas o incluso antes, tienen poco desarrollados los pulmones, los intestinos y el cerebro y suelen pesar menos de un kilo. Su sistema neurológico, los pulmones, el corazón, los intestinos y los riñones sufren un gran estrés, lo que suele ocasionar graves secuelas en la edad infantil y adulta.

En la actualidad, solo tres grupos en el mundo (Filadelfia y Michigan, en Estados Unidos, y Australia y Japón) han desarrollado modelos experimentales en este campo y logrado avances significativos en los últimos años.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prematuridad es la principal causa de defunción en los niños menores de cinco años, y provocó en 2013 cerca de un millón de muertes. Cada año nacen 15 millones de bebés antes de tiempo en el planeta. Los principales problemas se centran en los primeros días o semanas después del nacimiento, porque son los que pueden poner en riesgo su vida y condicionar secuelas a posteriori.

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