Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
No se ha demostrado una relación causa-efecto sobre la exposición de la población canaria a ciertos contaminantes, pero sí se sabe que estos condicionantes ambientales unidos a otros factores de riesgo aumentan la posibilidad de sufrir determinadas enfermedades como la obesidad, la diabetes, la hipertensión o ciertos tipo de tumores, como el cáncer de mama.
Esta es una de las conclusiones del artículo publicado en la revista Española de Salud Pública'Contaminación química, exposoma y salud en la población de las islas Canarias: una revisión sistemática de los estudios realizados y análisis de la situación' firmado por investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y del Servicio de Medicina Preventiva del Complejo Hospitalario Insular Materno Infantil de Gran Canaria.
El profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y médico toxicólogo Luis Domínguez Boada es el autor principal de este documento que recopila todos los estudios realizados durante las dos últimas décadas de los contaminantes presentes en los habitantes de Canarias a través del estudio de «muestras de poblaciones sanas representativas, de mujeres embarazadas, de recién nacidos y de adultos, además de enfermos de ciertos tipo de cáncer como el de mama y vejiga», explica el catedrático de Toxicología Médica.
Alta concentración Se han detectado altos niveles contaminantes clorados en la población canaria analizada
Neonatos. Se detectaron 99 contaminantes en fase intrauterina organoclorados, tierras raras, metales e hidrocarburos
Adultos El 90% de la población adulta tiene altos niveles de un estrógeno ambiental asociado a la diabetes y la obesidad
Fuentes Las aguas, el suelo y los alimentos son las fuentes activas del exposoma formado por un cóctel de obesógenos
La revisión de estos 25 trabajos tenía como objeto evaluar el exposoma de la población canaria, es decir, el conjunto de exposiciones a contaminantes que sufre una persona a lo largo de su vida y el efecto potencial que puede tener sobre la salud, señala el científico.
El resumen reveló que el exposoma de la población canaria está conformado por, al menos, 110 contaminantes, de los 99 están presentes ya desde la etapa intrauterina.
«Pocas regiones europeas han sido tan estudiadas como esta», señala el doctor que añade que la población canaria no está más expuesta a estos contaminantes que la de otros lugares continentales.
En todo caso, quizá el rasgo más llamativo del exposoma canario es la frecuente presencia de derivados del insecticida DDT, prohibido desde hace más de 40 años pero presente aún los suelos y acuíferos del archipiélago.
«Se dejó de usar en los años 70 del pasado siglo y, sin embargo, es muy difícil de eliminar. Sigue estando presente», lamenta sobre este pesticida barato y efectivo que se usó de forma masiva en todo el mundo desde los años 40.
Con la introducción de la agricultura intensiva, los acuíferos canarios se contaminaron más que en el territorio continental y ahora, los pesticidas están presente en mayores niveles y concentración que en la Europa continental. En todo caso, abunda Domínguez, «es uno de los contaminantes más universales y ubicuos, presente hasta en la fauna salvaje».
«Estos contaminantes pasan del suelo a los vegetales y animales y, al consumirlos, a nosotros», subraya el experto.
Por ello, estos contaminantes también se han detectado en el líquido amniótico y los cordones umbilicales analizados. «Hemos encontrado 99 compuestos en la fase intrauterina, pero pueden ser la punta del iceberg», dice. Entre los contaminantes detectados en los neonatos abundan las tierras raras, elementos inorgánicos tóxicos empleados en los dispositivos electrónicos.
Los contaminantes más frecuentes, los derivados del DDT, señala, son disruptores endocrinos que rompen el equilibrio de la función hormonal y del metabolismo y elevan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión; metabólicas, como la diabetes; y ciertos tipos de tumores, como el de cáncer de mama.
El médico toxicólogo Luis Domínguez Boada, autor principal del artículo que recopila el conocimiento acumulado sobre los contaminantes que afectan a la población canaria, mide sus palabras para evitar causar alarmismo y, al mismo tiempo, intenta llamar la atención sobre el deber de la ciudadanía y las administraciones de procurar controlar las fuentes de contaminantes para no dejarlos en herencia a las futuras generaciones.
«Es prácticamente imposible controlar nuestra exposición a los contaminantes. No podemos dejar de respirar ni de comer pero sí podemos cambiar nuestro modelo de vida a medio y largo plazo para proteger los que vienen detrás», afirma catedrático en Toxicología Médica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
El experto señala que hay que pensar que todo avance en el ámbito de industria química, incluidos los medicamentos, tiene una cara oscura ya que esos compuestos quedarán en el medioambiente y, después, volverán a nosotros. Además, se desconoce el efecto que causarán estos elementos contaminantes cuando se mezclen.
«Desde el punto de vista de la salud pública, si disminuimos la presencia de contaminantes disminuimos los factores de riesgo para desarrollar ciertas enfermedades», comenta el médico toxicólogo que aboga por prevenir estas patologías modificando los factores ambientales que las favorecen a través del control de las fuentes activas de contaminantes que alteran el suelo, las aguas y los alimentos.
«Lo que tenemos que hacer es usar todo con sentido común, no se pueden repetir los errores del pasado», indica sobre el uso de productos fitosanitarios en el ámbito de la producción de alimentos.
Noticias Relacionadas
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.