Cambio en el Servicio Canario de Salud con la macroestabilización sin culminar
Carlos Díaz dimite como director del SCS tras dos años por motivos personales y la consejera Esther Monzón afirma que el relevo será continuista
Tras dos años en el cargo, el director del Servicio Canario de Salud (SCS), Carlos Díaz, presentó este martes su dimisión por motivos personales. La próxima semana el Consejo de Gobierno hará efectivo el cese y nombrará a la persona que comandará el departamento con mayor presupuesto regional y más de 30.000 trabajadores.
El cargo también conlleva estar al frente de la Viceconsejería de Sanidad. Diferentes fuentes señalan que el Ejecutivo de Fernando Clavijo designará al actual gerente del Hospital Universitario de Canarias (HUC), el tinerfeño Adasat Goya.
Díaz trasladó su decisión a la consejera regional de Sanidad, Soledad Monzón, quien ayer aclaró que, ante este revelo al frente del SCS, «las líneas estratégicas que ha marcado el Gobierno, y la propia consejería, desde el inicio de la legislatura se mantendrán en la misma línea», según trasladaron desde la Consejería.
Carlos Díaz ha ejercido uno de los cargos más complejos del Gobierno con un casi inexistente perfil público y deja importantes retos pendientes como la resolución del macroproceso de estabilización en la sanidad canaria, con una oferta de más de 12.000 plazas. El concurso de méritos no ha culminado y falta la celebracion de las oposiciones extrordinarias.
En ese sentido, la consejera de Sanidad señala la culminación de este proceso para bajar la alta tasa de temporalidad del personal sanitario como una de las «prioridades absolutas», además de continuar reduciendo las listas de espera o avanzar en el refuerzo de la Atención Primaria. «Estando en el ecuador de la legislatura, todas esas líneas estratégicas avanzan a buen ritmo y así continuará siendo en esta segunda parte del mandato», apunta la consejera.
Díaz es licenciado en Administración y Dirección de Empresas y entre 2015 y 2019 ocupó la dirección de Planificación y Presupuestos en la Consejería de Hacienda del Gobierno canario con Rosa Dávila al frente. Ha ejercido como jefe de servicio y sección en distintas áreas, como planificación, personal o gestión presupuestaria, en el Hospital de La Candelaria de Tenerife.
Una de las polémicas durante su gestión ha sido su concurrencia para lograr una plaza en el proceso de estabilización, lo que ha sido motivo de crítica por parte de la oposición en el Parlamento canario, que ha pedido su comparecencia ante el Parlamento con el resultado de dos «plantones», según ha denunciado el grupo Socialista, que precisamente este martes, por medio de su diputado Miguel Ángel Pérez del Pino, pidió su dimisión en el pleno de la Cámara regional por, a su juicio, «su incapacidad de gestión de la sanidad pública». Entre las críticas sitúa el estado de los servicios de urgencias, las listas de espera o la ejecución presupuestaria. También destacó el conflicto en el Banco de Sangre después de que el Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia se integrara en el SCS.
Perfil Técnico
Sobre la persona que asumirá el cargo, Asamblea Siete Islas ha reclamado a la Consejería de Sanidad que designe a una persona con perfil técnico y no político «con capacidad de diálogo» al frente del SCS, «que de continuidad al trabajo y afronte retos como los procesos selectivos en curso».
La organización sindical destaca en un comunicado que ha enviado un escrito a la consejera con esta petición. «La Consejería de Sanidad es el servicio público con el mayor presupuesto de la comunidad autónoma, la plantilla más numerosa, con 38.000 trabajadores entre personal sanitario y no sanitario y se encuentra en una situación muy compleja con muchos frentes abiertos», destaca.
La dirección del Servicio Canario de Salud es uno de los cargos más relevantes dentro del Ejecutivo regional. El martes se designará a su segundo responsable en esta legislatura. En la pasada, marcada por a gestión de la covid, hubo hasta cinco nombramientos: Blanca Méndez, Antonio Olivera, Alberto Pazos, Conrado Domínguez y Elizabeth Hernández.
