«No sé por qué me denuncia, ella misma se bajó el panti»
El joven de El Tablero de Maspalomas Samuel H.S., acusado de violar a una menor de su mismo barrio en diciembre de 2012, aseguró ayer en el juicio que la joven consintió la relación. La denunciante, entre sollozos, aseguró que había sido forzada.
Antonio F. de la Gándara
Martes, 19 de diciembre 2017, 16:45
El vecino de San Fernando de Maspalomas Samuel H.S. aseguró ayer ante la Sección Segunda de la Audiencia de Las Palmas que en una tarde no precisa del mes de diciembre de 2012 tuvo un encuentro sexual con una joven de 15 años que ahora le acusa de violación, pero negó que la forzara. «Quedamos por WhatsApp o por Tuenti para que ocurriera y pasó lo que pasó, no sé por qué me denuncia, ella misma se bajó el panti», dijo entre sollozos. La fiscal cree a la denunciante, y pide 12 años de cárcel.
La presunta víctima, que testificó por videoconferencia, negó que la relación fuera consentida y explicó que aquella tarde de hace cinco años había quedado con una amiga suya en una obra cercana a la casa de ésta, y que quien apareció antes fue el acusado, al que sólo conocía «de vista».
Expuso que el joven le había dicho que también había quedado con la misma amiga y que cuando ella hizo ademán de marcharse, él le dijo, tú de aquí no te vas. «Me marché, tropecé y me caí, y se abalanzó sobre mí», relató llorando, para asegurar que, agarrándola por las muñecas, la había penetrado a la fuerza.
La joven estuvo casi un año sin contarlo, según explicó ayer, «por miedo». Según los psicólogos forenses que la exploraron, lo podría haber hecho para no agravar la situación en casa: su madre –hoy fallecida– tenía un tumor cerebral- .
Se lo contó a su novio poco a poco: en junio de 2013 le dijo que había sufrido un intento de violación, y en octubre de esa mismo año, que había sido violada en un acto sexual completo.
El compañero de la joven, al enterarse, fue a pedirle explicaciones al acusado, y éste, al parecer, lo que hizo fue romperle la nariz con un palo, y después ir a casa de la joven. Según él, a pedirle explicaciones de por qué lo acusaba. Según ella, a amenazarla, y según su novio, a reirse de ella y recordarle «lo que había pasado en la nave». Así se entraron los padres, y así se denunció el caso a la policía.
