Morales defiende que la Iglesia debe separar al padre Báez de sus funciones
El presidente del Cabildo mantiene que el sacerdote cometió un delito de odio de género al relacionar la infidelidad con el asesinato de Anna y Olivia
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, defendió hoy miércoles que la Iglesia debe separar al sacerdote Fernando Báez de sus funciones como porque «no se puede permitir que una persona trasmita a sus feligreses, desde el púlpito, y a los niños y jóvenes, en las catequesis, estos mensajes de odio».
Morales alude así a las declaraciones del padre Báez en la que relacionada con la infidelidad el asesinato de dos niñas en Tenerife, las hermanas Anna y Olivia, por su padre, Tomás Gimeno, declaraciones que el Cabildo ha denunciado ante la Fiscalía como constitutivas de un delito tipificado en el Código Penal como de incitación al odio de género.
A su juicio, el polémico sacerdote «traslada un mensaje que niega la violencia machista y la violencia vicaria, que trivializa esta violencia y hacer cargar sobre la mujer las culpas del asesinato brutal de dos niñas», mensajes ante los que las administraciones públicas, en defensa del interés general, «no podemos ponerlos de perfil».
Para el presidente del Cabildo las declaraciones del sacerdote no entran dentro de la libertad de expresión, como cuando mantiene, puso como ejemplo «peligroso» que hay que hay que cargarse los pinos y plantar frutales, sino que van más allá e incurren en un delito de odio.
También llamó la atención sobre el hecho de que el polémico cura haya desobedecido la prohibición de seguir haciendo declaraciones públicas que el obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos, le impuso como medida cautelar hasta la resolución del expediente que le ha abierto por esas declaraciones. Ayer martes, recordó, intervino en un programa de televisión de La Sexta y el lunes envió una carta a sus feligreses «ratificándose en sus afirmaciones».