Casi la mitad de los conductores canarios han sufrido vandalismo en sus coches

Las dos clases más habituales de incivismo vial suelen ser el vandalismo, esto es, provocar daños en un coche de forma intencionada; y darse a la fuga del lugar de un accidente, dos comportamientos que ya suponen el 40% de los partes sin contrario que se dan en España (22% por vandalismo y el 18% por conductores a la fuga).

De esta manera, 12,3 millones de automovilistas (45%) en el conjunto de España habrían sufrido vandalismo en sus coches en alguna ocasión y 11,7 millones (43%) se habrían encontrado su coche con daños sin que el otro conductor le haya dejado sus datos. En Canarias los datos son superiores a los del resto de España, pues un 48% de los conductores (más de 547.000) asegura haber sufrido algún acto vandálico.

En el otro lado de la encuesta están los agresores: ¿cuántos reconocen haber realizado estas conductas? El 3% (cerca de 850.000 conductores en España) admiten haber dañado otro coche adrede y, el 11% (3,1 millones), haber abandonado el lugar del accidente sin dejar ningún dato al perjudicado, un comportamiento más habitual cuando el propietario del otro coche no se encuentra presente (71% de las veces).

En Canarias, la cifra es algo superior: un 12% (casi 141.000 conductores) admite haber golpeado o rayado un coche sin querer y abandonar el lugar sin dejar los datos de contacto o del seguro al afectado.

Estas son las principales conclusiones del estudio elaborado por Línea Directa Aseguradora, que estima que el coste que tienen que asumir las aseguradoras cada año podría superar los 930 millones de euros, al que habría que sumar el importe que pagan los propietarios de los vehículos.

Los actos vandálicos más frecuentes son los arañazos (36%), daños en los retrovisores (21%) y la rotura de lunas (15%). Los motivos: la «venganza personal» (44%), porque el coche dañado «estaba mal aparcado» (34%) o, simplemente, «porque era nuevo» (15%).

Estos actos suelen suceder en la calle (90%), y con menos frecuencia, en los aparcamientos públicos (5%) o en los aparcamientos privados de las comunidades de vecinos (4%). En cuanto al perfil del agresor, los autores son jóvenes, sin diferencias significativas entre géneros y con tendencia a la reincidencia.

Por su parte, las razones alegadas por los conductores «a la fuga» son el «pánico» (43%), porque «le habían hecho lo mismo anteriormente» (29%) o «para no encarecer su seguro» (22%). Este comportamiento es más habitual en los hombres jóvenes y suele afectar más a los coches aparcados (81%).

«Es más habitual de lo deseado, a mi me han rayado varias veces el coche y es frecuente ver cómo un coche roza a otro al abandonar un aparcamiento y ni se baje a mirar si le ha hecho algún desperfecto», lamenta Bernardo Hernández, divulgador de seguridad vial.

«Y sin embargo, me quedo con un dato muy positivo del estudio: del 30% de casos en los que hay testigos, un 60% actúa de alguna manera, ya sea llamando la atención del que comete el acto, anotando la matrícula del infractor o incluso denunciando lo sucedido: la gente se implica y actúa y eso me parece un dato a destacar», añade Hernández.

Las comunidades que sufren más actos vandálicos son la Comunidad Valenciana (51%), la Región de Murcia (49%) y el País Vasco (49%). En el lado opuesto se encuentran La Rioja (34%), Cantabria (34%) y Asturias (38%).

Por su parte, el 44% de los automovilistas en toda España afirman haber sufrido daños en sus vehículos alguna vez por «conductores a la fuga». Este tipo de accidentes son más habituales en Castilla-La Mancha (52%), Región de Murcia (49%) y Cantabria (48%), mientras que en Canarias ese porcentaje es ligeramente inferior a la media nacional, con un 40%.