296 mayores con alta médica viven en los hospitales públicos canarios por falta de recursos
Si se suman los ancianos en plazas concertadas se supera el millar. Sanidad y Derechos Sociales consensuaron hace un mes una orden para trasladarlos a residencias
Cientos de personas mayores ocupan una cama hospitalaria en Canarias pese a tener el alta médica. En estos momentos Sanidad tiene cuantificados a 296 ancianos en esta situación en los hospitales públicos. De ellos 179 se encuentran en hospitales de Tenerife y 112 en los de Gran Canaria. Pero hay más. Así lo constató la Diputación del Común en 2019 tras requerir información a Sanidad. En ese momento el entonces responsable de Servicios Asistenciales le repondió que «si se incluyen los hospitales concertados por dicho servicio superan las 1.000 personas de perfil sociosanitario».
Con todo, hay que tener en cuenta que las cifras fluctuan debido a los fallecimientos, a traslados que sí se han podido hacer y a los nuevos ingresos.
LAS CLAVES
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Las cifras El número de mayores con alta médica en hospitales fluctúa por los fallecimientos o nuevos ingresos.
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Causas En unos casos no tienen familia y no son autosuficientes, en otros no le pueden dar los cuidados que requiere.
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A corto plazo El Gobierno canario espera trasladar a a más de 200 mayores con alta médica a una residencia.
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Solución La falta de plazas públicas y las bajas pensiones para pagar una privada cronifican el problema.
Las dificultades de los hospitales para denegarles la cama se relaciona en muchas ocasiones por una respuesta judicial por ser presuntas personas incapaces o subsidiarias de abandono. Las situaciones de dependencia o escaso apoyo familiar y la exclusión social.
El problema que plantea esta situación es doble. Por un lado, estas personas no están recibiendo los cuidados geriátricos que sí tendrían en un centro sociosanitario porque están hospitalizadas. Como decía a este periódico el pasado lunes la filcal delegada de en materia de protección de personas mayores y discapacidad, Rosa Rubio, en un hospital «no te visten y te dan un paseo» sino que están «en pijama» y en una cama. Están «atendidas», abundaba, pero al mismo tiempo no están «bien atendidas». Y, por otro lado, estas personas ocupan una cama que no necesitan dado que tienen el alta médica mientras pacientes con enfermedades en curso no pueden acceder a ellas y egrosan la lista de espera.
Se trata de un problema que se viene arrastrando desde hace años. Como muestra basta recordar que en abril de 2018 el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín logró «recuperar para la hospitalización de pacientes agudos» las 26 camas ocupadas por personas mayores con alta médica. Estos ancianos y ancianas estaban repartidos por distintos servicios, especialmente en Medicina Interna, y el hospital improvisó en el ala A de la segunda planta un espacio para alojarlos.
Para dar una salida a esta situación las consejerías de Derechos Sociales y de Sanidad han consensuado una orden conjunta que les permitira trasladar a estas personas a un centro sociosanitario bien en una plaza concertada bien a través de los cabildos insulares a través de una plaza pública.
Así lo anunció el pasado 28 de septiembre la consejera Noemí Santana en el Parlamento añadiendo que estaría lista «en los próximos días». Sin embargo el procedimiento es complejo. Tras pasar por Derechos Sociales y Sanidad la orden sigue el trámite administrativo correspondiente y actualmente «se está pendiente de la emisión del Informe de Hacienda para proseguir el trámite para su aprobación en Consejo de Gobierno», explicaron fuentes de Sanidad. La orden debe contar con este informe dado que se utilizan fondos de ambas consejerías.
Aún así, el problema de fondo seguirá sin solucionarse. La falta de plazas públicas en centros sociosanitarios y el precio de las privadas, inaccesibles a la mayor parte de las pensiones que se cobran en Canarias, volverá a generar la misma situación. De hecho, históricamente ya es repetitivo e incluso en 2014 el Gobierno de CC aprobó una orden similar que según el actual, nunca ejecutó.