El joven asesinado de una cuchillada el domingo en Bilbao entró en Vizcaya como mena en 2021
Estuvo en una discoteca con un amigo hasta las seis y cogió el tren a Bilbao. Una hora después, murió
Ainhoa de las Heras
Miércoles, 24 de septiembre 2025, 07:23
Haitam G. llegó a Vizcaya con 17 años procedente de su Marruecos natal en 2021. Como menor extranjero no acompañado (mena), se presentó en ... una comisaría y fue trasladado al centro de primera acogida de Amorebieta. Al año siguiente, en 2022, cambió al de Artxanda, en El Vivero. Este servicio se cerró y ha vuelto a reabrir recientemente.
«Era un chico que parecía ir bien si dejaba el consumo a un lado», explica un joven que coincidió con él en aquella época y que mantuvo ese vínculo hasta que se separaron. «No era muy sociable, pero cuando cogía confianza se abría y era muy bueno. Te protegía ante los compañeros», le describe.
La noche del pasado domingo estuvo con un amigo común, al que también conocía de haber estado juntos en un centro, en una conocida discoteca de música electrónica de la localidad de Lemoa. Alrededor de las seis de la madrugada le fue a acompañar a la estación y le dejó montado en el tren hacia Bilbao. Apenas una hora después, había muerto. Cuando se enteró de la noticia al día siguiente, se quedó en shock. «¡Hace un momento estaba con él y le han matado! No se lo cree», explica el conocido de ambos. Creen que durante el trayecto de vuelta a casa, recibió algún mensaje o llamada para quedar y terminó subiendo a Solokoetxe, sin sospechar el triste final que el destino le tenía guardado. El joven se vio implicado en una refriega y recibió la peor parte. Uno de los contrincantes le clavó el filo de un cuchillo en el mismo corazón, lo que le provocó la muerte. Fue trasladado con vida en una ambulancia hasta el hospital de Cruces, en Barakaldo, donde no pudo superar la grave lesión que le había alcanzado a un órgano vital y falleció con apenas 21 años.
Identidades falsas
Haitam no había tenido una vida fácil. Siendo aún menor y tras una dura infancia, empezó a mostrar conductas disruptivas y faltas de disciplina en los distintos hogares por los que pasó como joven tutelado. La jueza de menores creyó que le vendría bien entrar en un centro algo más estricto, aunque tampoco así se recondujo.
Pese a su corta edad, ya acumulaba una decena de antecedentes con la Ertzaintza y la Policía Municipal de Bilbao por robos con violencia, robos con fuerza y hurtos, según ha podido saber este periódico. A la Policía Nacional le consta que podía utilizar otras identidades, una práctica habitual entre delincuentes.
Los arrestos por estos delitos le supusieron ser condenado a medidas de seguridad (como se llama a las penas en la Ley del Menor), cuando tenía menos de 18 años, en el centro cerrado de Ibaiondo, en Zumarraga, del que había salido hace un tiempo.
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