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Las Palmas de Gran Canaria
Miércoles, 24 de noviembre 2021, 12:24
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Los investigadores del Proyecto MOIRA de la ULPGC han presentado las conclusiones de su trabajo en el que han hecho unas previsiones de la situación de la biomasa (el peso del conjunto de animales de cada especie marina) en los próximos 30 años.
El estudio establece cinco escenarios posibles, que abarcan desde no hacer nada hasta reducciones de un 30 % de la pesca profesional, o de la pesca recreativa, o de ambas, o la posibilidad de regular áreas marinas, todos ellos teniendo en cuenta el cambio climático y el aumento de temperaturas previsto de un grado centígrado en el periodo 2020-2030 y de 1,5º de 2031 a 2050, informa la universidad en un comunicado.
El investigador principal del proyecto, José Juan Castro, asegura que, «si no se hace nada, muchas especies colapsarán en 10 o 15 años, ya que en los últimos 50 años se ha perdido el 90 % de la productividad pesquera y eso lo constatan y preocupa a los propios pescadores».
Los investigadores han comprobado que «el sistema no está en equilibrio» y que las especies más amenazadas son las viejas, morenas, túnidos y samas, frente a pulpos, gallos o medregal, que presentan mejor situación.
«Toda pérdida de especies afecta a la cadena trófica, ya que son alimentos de otros animales como tortugas, tiburones o aves».
La reduccion de esfuerzo pesquero simulada, del 30%, muestra que no es suficiente para la recuperación de la biomasa a niveles óptimos a finales del periodo estudiado (2050), de acuerdo al estudio.
La flota de pesca profesional ha estado sometida a una progresiva reducción en las últimas décadas, por lo que habría que hacer mayor hincapié en controlar la pesca recreativa, pues hay más de 110.000 licencias vigentes en todo el archipiélago, según Castro.
El proyecto MOIRA (Modelización de las pesquerías recreativa y artesanal desarrolladas en los espacios de la Red Natura 2000 en Gran Canaria: gestión participativa y evolución ante escenarios climáticos futuros) ha realizado un modelo para conocer el impacto en todas las especies del ecosistema canario, proyectado hacia 2030 y 2060.
Para la realización del proyecto, los investigadores han diseñado un vehículo autónomo de superficie, con una tabla de surf, paneles fotovoltaicos y una ecosonda que rastrea el mar y registra datos de las especies.
El proyecto MOIRA se ha desarrollado durante un año, con datos facilitados por los propios pescadores, aplicando dos métodos de análisis y con el compromiso de hacer públicos los resultados al finalizar el estudio.
En el proyecto Moira colaboran investigadores del grupo de Biodiversidad y Conservación del Instituto Universitario de Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (IU-ECOAQUA), del instituto de Sistemas Inteligentes y Aplicaciones Numéricas en Ingeniería (SIANI), así como del Servicio Integral de Tecnología Marina (SITMA) de la ULPGC. EFE
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