El Buzón Lila recibe casi 100 quejas por discriminación laboral a mujeres
Trabajo traduce las comunicaciones anónimas recibidas desde el inicio del servicio, hace un año, en inspecciones a las empresas. El tipo de contrato y las diferencias en el acceso es lo más denunciado
Rosa Rodríguez y Santa Cruz de Tenerife
Sábado, 6 de abril 2019, 04:23
El próximo miércoles se cumple un año de la apertura delBuzón Lila, una herramienta con la que el Instituto Canario de Igualdad (ICI) y la Dirección General de Trabajo buscaban que afloraran situaciones de discriminación laboral por razones de sexo que se estuvieran dando en las empresas canarias. En este tiempo han entrado en el buzón telemático 87 comunicaciones, una cifra que a priori podría parecer mínima pero que el titular de Trabajo, José Miguel González, no desdeña porque «hay que contextualizarla en el tejido empresarial canario», formado por pequeñas empresas donde «el miedo al despido hace que no se denuncia».
Buena parte del casi centenar de comunicaciones recibidas se han podido traducir en denuncias por parte de la Inspección de Trabajo, pero otras, explica González, «no estaban relacionadas con procesos de discriminación por razón de sexo». La mayoría denunciaban que hubo discriminación en el modelo de contrato que se le hizo a una mujer, principalmente temporal, en relación a los contratos fijos que, indicaban, se hicieron a hombres. En realidad, asegura González, los modelos contractuales en esos casos casi nunca tenían que ver con el sexo de la persona contratada.
La otra gran causa de las comunicaciones son las diferencias en el acceso a un trabajo. Ahí sí, dice, se apreció que se podían estar dando situaciones de discriminación y se actuó en consecuencia.
Actuar es, explicó González, estudiar minuciosamente cada comunicación recibida en el Buzón Lilapara tener la certeza de que se trata de «información solvente» y si se ven indicios de discriminación abrir un acta de infracción y pasar el caso a la Inspección de Trabajo para que actúe de oficio.
José Miguel González destaca el papel que juega el Buzón Lila, pero también advierte de que «se trata de una herramienta más» para abordar situaciones de discriminación laborar a las mujeres y que, por tanto, «siempre es más eficaz que se presente una denuncia en la Inspección de Trabajo».
González también pide que en las comunicaciones se sea muy concreto y se explique todo con detalle para acercarse lo más posible a la realidad, «porque al ser anónimas no se puede conectar con quien la ha hecho», recuerda.
Campañas especiales
Las comunicaciones que se registran en el Buzón Lila han dado pie, buena parte de ellas, a que la Inspección de Trabajo investigue las circunstancias indiciarias apuntadas por la persona que ha hecho el escrito. Al no mediar denuncia, la comunicación es «una ventana de acceso» que permite que se vaya a la empresa y, sin apuntar directamente al hecho, se pueda llegar hasta la posible discriminación laboral a las mujeres, que tiene muchas facetas, como diferencias salariales o contractuales, acoso, promoción o conciliación, entre otras.
El director general de Trabajo, José Miguel González, explica, no obstante, que durante las distintas campañas especiales llevadas a cabo en los últimos años por la Inspección de Trabajo, una específica en 2017 con enfoque de género, han ido aflorando muchos de los aspectos recogidos en las comunicaciones del Buzón Lila, como los contratos temporales que encubrían jornadas laborales completas o las situaciones de discriminación o acoso por razón de sexo. González destacó que más de 35.000 personas se beneficiaron de la conversión de contratos temporales en fijos gracias a la acción inspectora llevada a cabo. De ellos, dijo, el 57% de beneficiarios fueron mujeres. También destacó que por sectores, el de servicios es el que acumula más comunicaciones en el Buzón Lila y tamb