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Usón: «La amenaza de la bonanza económica es el abandono escolar»

Usón: «La amenaza de la bonanza económica es el abandono escolar»

El «dinero fácil» del boom inmobiliario tentó a multitud de jóvenes a salir de las aulas en busca de un futuro laboral que acabó con la crisis.

Jueves, 1 de enero 1970

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Así lo explicó ayer José María Usón, presidente de las Escuelas de Segunda Oportunidad (E2O). Usón participó en una mesa redonda con motivo del 53º aniversario de la Fundación ECCA que, junto a la Fundación Bosco, pertenece a la red de E2O de España.

En estos momentos el sistema, integrado por 23 escuelas, acoge a más de 8.000 jóvenes que reciben enseñanza de unos 400 profesionales.

Se trata de personas que, en algún momento, abandonaron a escuela y que de esta forma retoman unos estudios que les reportarán algún tipo de certificación. «Antes de la crisis muchos abandonaban sus estudios porque querían ser independientes y tener un trabajo era fácil», reconoció Usón en referencia al boom inmobiliario. De hecho, comentó, «muchos alumnos tenían salarios más elevados que el grupo educativo».

José María Usón resaltó que también había jóvenes con «necesidad» de trabajar, en ocasiones, porque tenían hijos a su cargo. Pero con la crisis «fueron los primeros en perder el trabajo».

Muchos de ellos volvieron a las aulas gracias a las E2O, que incluyen prácticas empresariales.

Ahora, con el repunte económico, se cierne una nueva «amenaza». «Tenemos que trabajar para que no abandonen lo que están haciendo, por eso nos tenemos que adaptar y ofrecer metas más cortas y accesibles, que si tienen la oportunidad de trabajar puedan aguantar un mes y terminar la certificación académica», añadió Usón.

La asociación de E2O nació hace solo dos años, aunque las distintas instituciones que forman parte de ella «llevan funcionando desde hace 20 años».

Al inicio de la experiencia, comentó José María Usón, se reunieron con otras escuelas que operan en el norte de Europa. Sin embargo, añadió, el perfil del alumnado es diferente. «Ellos atienden a jóvenes de entre 18 y 20 años que buscan una capacitación concreta, pero que están formados. En España nos encontramos con jóvenes de entre 16 y 30 años, incluso menores porque hacemos prevención, y no tienen ninguna certificación previa».

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