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La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) contratará a 30 nuevos doctores que aportarán «savia nueva» a un centro que no contrata a profesores con vistas a que se convirtieran en funcionarios desde hace 10 años. Con todo, la institución arrastra un déficit de 300 docentes y un aumento abusivo del contrato laboral.
El rector de la ULPGC, Rafael Robayna, dio cuenta este lunes en el Consejo de Gobierno de la institución de la contratación de 30 doctores ayudantes. «Se ha establecido un criterio y estas nuevas contrataciones se hacen en mejores condiciones», afirmó el rector, para quien la «temporalidad en las áreas es una aspecto contra el que hay que luchar».
Robayna se refería al «abuso» del contrato de profesorado asociado que, fruto de las restricciones presupuestarias, se ha impuesto en la última década.
«Toda incorporación es savia nueva. Son ayudantes doctores que están contratados a tiempo completo durante un máximo de cinco años con vistas a esa posterior acreditación al cuerpo de titulares de la universidad», explicó Luis Domínguez, vicerrector de Organización Académica y Profesorado.
Domínguez reconoció que la ULPGC tenía un déficit de 300 profesores. «Tenemos que volver a la época anterior crisis. Los profesores asociados siempre han estado ahí, pero no en las cantidades que están ahora. Espero que no en 10 años, sino en menos, que logremos captar más recursos económicos y que en 4 o 5 años se note el cambio».
En estos momentos la ULPGC cuenta con 1.653 profesores. De ellos 788 son funcionarios y 865 es personal laboral. Es decir, el 52% de los docentes de la ULPGC es profesorado no funcionario. Lejos de 49% que establece la ley. En 2006, según la memoria de la ULPGC, el profesorado funcionario era del 56,81% (888 docentes), frente al 43,19% de contratado laboral.
Los nuevos doctores, cuya contratación pasará en breve por el Consejo de Gobierno, dijo Domínguez, irán a una treintena de áreas de la ULPGC. Precisamente, esta incorporación suscitó alguna polémica en la sesión pues Pino Palacios, de la junta de Personal Docente e Investigador, lamentó que no se hubiera contado con ellos, por lo que reclamó al rector una «gestión más participativa».
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