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«La futura Ley de Ordenación e Integración de la Formación Profesional supondrá un salto radical respecto a la regulación anterior, pues presenta un sistema único, sin pérdida de eficacia, a lo largo de la vida laboral, en lugar de los dos subsistemas en los que se dividía hasta ahora la FP y que se correspondía con la formación a los jóvenes en el ámbito educativo y con la formación en el ámbito profesional». Con estas palabras durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra de Educación, Isabel Celaá ha presentado la nueva norma con la que planean transformar la FP.
«Queremos que sea de primer nivel y que dé respuesta a las demandas del mercado laboral y responda a los intereses, expectativas y aspiraciones de cualificación profesional de las personas a lo largo de su vida, es decir el desarrollo de la personalidad y el talento hasta el máximo y al servicio del modelo productivo del país», ha apuntado Celaá sobre este anteproyecto de ley cuyo trámite parlamentario debería iniciarse después del verano con la vista puesta en que la norma vea la luz en diciembre.
El nuevo modelo tratará de dar respuesta a problemas estructurales que, según la ministra, «el país presenta desde hace décadas». Cuenta Celaá que «el nuevo modelo se sustenta en la participación, la corresponsabilidad público-privada, la estrecha vinculación entre los centros de formación y las empresas, la conexión de la oferta con la realidad laboral». Es, ha resumido, «una formación acumulable, flexible, capitalizable, acreditable e internacional». La idea es diseñar «una oferta única, diversa y que sume con la que la persona pueda diseñar su propio itinerario». Así entre las novedades se encuenta la de poner por primera vez al servicio de todas las personas las microformaciones, «unidades formativas de corta duración, de entre 30 y 50 horas». «Cualquier ciudadano -ha continuado Celaá- va a saber a qué puerta tiene que tocar para conseguir una formación que será parte de su mochila formativa, independientemente de sus circunstancias laborales o personales, desde cualquier lugar del país. Las modalidades serán muchas: habrá presenciales, online, parcial, modalidad modular y finalmente la del título».
Toda la oferta se estructurará hacia arriba en cinco grados: A, B, C, D y E, siendo los grados D y E los de los ciclos formativos. El D se corresponde con los ciclos formativos de grado medio y superior y el E se corresponde con la especialización que se pueda hacer después de un grado medio o superior. «Un grado superior conlleva 4.000 horas y un curso de especialización de 600 horas y esto merece un título profesional. Un grado medio tiene 2.000 horas con un curso de especialización será un especialista», ha explicado Celaá.
En su opinión, la nueva estructura «va a facilitar el acceso a todo un abanico de formaciones de distinta duración y volumen de aprendizajes que incluye unidades formativas o microformaciones delgGrado A hasta alcanzar todos los títulos y cursos de especialización de los grados D y E. De esta forma cada persona puede diseñar sus propios itinerarios personales, adaptados a sus expectativas profesionales, sus circunstancias personales o necesidades laborales». Un ejemplo: una persona que esté trabajando y necesite acreditar sus competencias profesionales legítimamente podría cursar una FP online para acreditarlas. Con este sistema, «toda la formación tiene validez académica y profesional».
Otra de las novedades es que toda la oferta en los ciclos de los grados C, D y E tendrá carácter dual, es decir se formará en los centros de formación y en las empresas, «algo que se regula por primera vez se regula en España». Ese FP dual contará con dos intensidades: una será la general, para la que «incrementamos el número tradicional de horas en las empresas hasta llegar a un 25 o un 35% en la duración total de la formación en la empresa». Se distribuye a lo largo de los dos cursos, de las 2.000 horas. La otra será la avanzada, con una formación en empresa de entre el 35 y el 50% de la duración total de la formación. «Esta última modalidad es aquella que se establece a través de una relación contractual entre el estudiante, ya sea estudiante o un trabajador, con la entidad. Se refuerza así la relación entre los centros de formación profesional y los de trabajo».
La norma agiliza también el sistema de acreditación de competencias profesionales adquiridas durante la experiencia laboral. «En nuestro país», ha explicado la ministra «logramos acreditar las competencias profesionales de 300.000 personas en diez años ahora vamos a acreditar las de 3 millones de personas en 4 años». ¿Cómo? La idea es cambiar el procedimiento, evitando las convocatorias coyunturales y sectoriales que de vez en cuando se cursan en alguna comunidad autónoma. «El servicio será permanente, estructural, abierto en todos los centros educativos».
Ha anunciado Celaá también que este nuevo modelo de FP «va a tener una estrecha relación con la universidad». Así, en el anteproyecto se recoge el reconocimiento mutuo para facilitar el establecimiento de itinerarios formativos que reconozcan la formación previamente adquirida en ambas enseñanzas. Además impulsa nuevos modelos de colaboración, desarrollo de proyectos compartidos y préstamo de espacios y equipamientos para generar una transferencia de conocimientos. «Se trata de optimizar todos los recursos al alcance del país», ha señalado.
Finalmente, la futura ley tratará de internacionalizar la FP, atendiendo a las recomendaciones de la UE en esta materia y regulanado la participación en proyectos de organismos internacionales: la convocatoria de proyectos de formación entre centros españoles y extranjeros. «Queremos que el titulado en FP conozca al menos una lengua extranjera y pueda trabajar en Madrid, Oporto o Berlín. Esto eleva muchos peldaños a la FP española», ha afirmado.
«La FP es para este Gobierno una estrategia de país capaz de desarrollar todo el talento. La nueva ley modernizará absolutamente el sistema; es un cambio radical, construimos un sistema único, dejamos de perder eficiencia y vamos a una formación absolutamente reconocible, que suma y que además abarca toda la formación del estudiante y los conciudadanos en un dibujo de formación a lo largo de toda la vida con el que conectamos con europa», ha concluido.
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