ICSE pone en marcha un proyecto pionero de formación e integración
La colaboración público-privada permitirá que jóvenes migrantes accedan a un certificado profesional y a un empleo digno en el sector turístico de Canarias
CANARIAS7
Las Palmas de Gran Canaria
Miércoles, 30 de julio 2025, 09:10
En un momento crítico para Canarias (también para España y Europa), con una crisis migratoria sin precedentes y una alta llegada de menores inmigrantes no acompañados, el Instituto Canario Superior de Estudios (ICSE), en colaboración con varias empresas hoteleras de primer nivel, ha puesto en marcha un proyecto pionero de formación e integración. Esta iniciativa no solo capacita profesionalmente a estos jóvenes, sino que apuesta decididamente por su inclusión social y laboral en la sociedad canaria. Hoy hablamos con José Domingo Martin Espino, Presidente de ICSE, y responsable de este proyecto.
¿Cómo surge esta iniciativa de formación para menores inmigrantes?
La iniciativa nace de la necesidad urgente de ofrecer una respuesta integral a los más de
5.400 menores inmigrantes que llegaron a Canarias. Como sociedad de acogida, sabemos que no basta con atenderlos asistencialmente; hace falta dotarlos de herramientas reales para su integración social y laboral. Desde ICSE, junto a empresas hoteleras como Satocan, Gloria Palace, Grupo RIU, Grupo Mur y Grupo Cordial, decidimos apostar por la formación profesional como vía para ofrecerles un futuro digno.
¿En qué consiste la formación recibida por estos jóvenes?
El programa ha sido muy completo. Los jóvenes han cursado el certificado profesional de «Operaciones básicas de restaurante y bar», acreditado por el Servicio Canario de Empleo. Además de la formación técnica, hemos impartido clases de español, talleres de habilidades sociales, educación cívica, cultura de convivencia, orientación laboral y formación práctica en las empresas hoteleras. El objetivo era ofrecer no solo una cualificación profesional, sino también una preparación para su integración plena en nuestra sociedad.
¿Cómo ha sido el proceso de selección y participación de los menores?
La selección se hizo en colaboración con organizaciones no gubernamentales y el Gobierno de Canarias, que son quienes tienen la tutela de estos menores. Se buscó un perfil de jóvenes motivados, con ganas de formarse y de integrarse. La media de edad era de 17 años, y en general, eran chicos que habían vivido situaciones muy duras, pero que han demostrado una gran capacidad de superación. En total de los 30 que se presentaron se seleccionaron 25, de los cuales 23 finalizaron el programa.
¿Cuál ha sido el papel de las empresas hoteleras en este proyecto?
Ha sido fundamental. No solo financiaron el proyecto, sino que también acogieron a los jóvenes en sus establecimientos para realizar las prácticas profesionales. Muchas de estas empresas han contratado a los alumnos tras su formación. Además, se implicaron de manera activa en el proceso de acogida, preocupándose por su adaptación y evolución individual, lo cual ha sido clave para el éxito del proyecto.
«Nuestra intención es continuar y ampliar estos programas, queremos llegar a más jóvenes y diversificar las áreas de formación»
¿Qué impacto social tiene este tipo de proyectos para Canarias?
Muchísimo. Canarias enfrenta una bajísima tasa de natalidad y una creciente necesidad de profesionales en sectores como el turismo, la hostelería o la construcción. Formar a estos jóvenes y facilitar su integración laboral no solo les da a ellos una vida digna, sino que también ayuda a dinamizar nuestra economía y a cohesionar nuestra sociedad. Convertimos un problema social en una oportunidad de crecimiento. No solo damos una oportunidad a estos jóvenes, sino que ayudamos a cubrir necesidades laborales en un sector clave, como es la hostelería. En total, de los 23 alumnos formados titularon 22 y 20 han conseguido insertarse laboralmente.
¿Qué dificultades han encontrado en el desarrollo del programa?
Al principio había ilusión, aunque también desconfianza y miedo, tanto en los alumnos como en el entorno. Son jóvenes que han vivido situaciones muy difíciles y que, lógicamente, necesitan tiempo para adaptarse. También tuvimos que reforzar mucho la parte emocional y social, además de la académica. Pero con el compromiso de todo el equipo de ICSE, las empresas colaboradoras y los propios jóvenes, hemos superado esos obstáculos.
¿Qué mensaje les gustaría enviar a otras empresas o administraciones públicas?
Que este modelo de formar e integrar funciona. Que invertir en formación y en integración no solo es un acto de solidaridad, sino también una inversión inteligente en el futuro de Canarias. Animamos a otras empresas y administraciones a replicar esta experiencia en otros sectores como la construcción, la agricultura o la mecánica. La formación es la mejor herramienta para construir una sociedad más justa, integrada y próspera y la mejor inversión en nuestro futuro.
¿Qué planes de futuro tiene ICSE en este ámbito?
Nuestra intención es continuar y ampliar estos programas. Queremos llegar a más jóvenes y diversificar las áreas de formación. Creemos firmemente en el poder transformador de la educación y en el compromiso social de las empresas. Y, por supuesto, estamos abiertos a colaborar con cualquier entidad pública o privada que comparta esta visión.
A través de proyectos como este, Canarias demuestra que los grandes retos sociales pueden convertirse en oportunidades de futuro. ICSE y las empresas hoteleras implicadas nos muestran que, con formación, compromiso y visión, podemos construir una sociedad más solidaria, cohesionada y próspera. Ha sido una oportunidad para jóvenes inmigrantes y una apuesta de futuro para canarias. Un modelo de éxito que demuestra que la integración es posible.