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El próximo 4 de junio es una fecha marcada en rojo en el calendario. Ese día arranca la nueva selectividad en Canarias, que recupera su antigua denominación, PAU (Prueba de Acceso a la Universidad), y presenta algunas novedades que afectan, sobre todo, al contenido.
En todo caso, el presidente de la Comisión Organizadora de la selectividad en Canarias, Antonio Adelfo Delgado, lanza un mensaje tranquilizador y asegura que la prueba de este año «es una transición hacia lo que va a ser la PAU en los años venideros», entre otras cosas porque el real decreto que la contempla se aprobó el pasado junio y el margen de adaptación ha sido justo.
Una de las particularidades de la nueva PAU es su homogeneidad en todo el conjunto nacional. Tanto es así que los coordinadores de la prueba de las diferentes comunidades autónomas han mantenido encuentros para unificar criterios.
Para Delgado, la «armonización»al 100% de la selectividad es «inviable», debido a que «hay una parte de los currículos de cada materia que es propia de cada comunidad». Sí la ve factible en un 50 o 60%, gracias a aspectos como los «criterios de corrección, bloques, números de preguntas o porcentajes competenciales en el examen».
El presidente señala que la nueva selectividad no presenta cambios «sustanciales» en la estructura, pues se sigue componiendo de dos fases: una general y otra de opción, conocida tradicionalmente como específica.
La primera «sigue siendo exactamente igual», pues contempla el examen de las tres materias comunes (Lengua Castellana y Literatura II, Lengua Extranjera IIe Historia de España o Historia de la Filosofía) y el de la materia obligatoria de la modalidad. En esta última sí que existe una variedad: la asignatura debe haberse cursado para poder examinarse.
Sobre la fase de opción, Delgado detalla que «sigue siendo para lo mismo, para tratar de elevar la nota». El alumnado puede examinarse hasta de cuatro asignaturas ponderables de cualquier modalidad, las haya cursado o no, en esta parte de la prueba.
La nueva PAU sí que ofrece más posibilidades para el alumnado de formación profesional (FP), ya que anteriormente solo podían presentarse a la fase específica y ahora también a, al menos, dos asignaturas troncales. El presidente de la Comisión Organizadora recuerda que el resultado de la PAU equivale al 40% de la nota de la prueba de acceso a la universidad y que el resto corresponde a lo ya cosechado en Bachillerato.
Delgado indica que las universidades del país llegaron a unos «mínimos», en lo relativo al contenido de la nueva PAU. Uno de ellos es «evitar las antiguas dos opciones A y B», que permitían al alumnado escoger entre dos pruebas y estudiar parte del temario. La tendencia ahora será presentar un «solo examen», lo que supone dominar todos los contenidos e hincar más codos.
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El presidente no cree que el alumnado sienta más presión por ello. Tampoco menos, ya que considera que ese apremio viene de otra parte: «La presión nunca es la misma para todos. No tiene la misma presión alguien que su meta es estudiar Medicina o Enfermería, que alguien que quiera estudiar Economía o Derecho».
Otro aspecto que destaca son las preguntas competenciales, que implican, por ejemplo, saber relacionar a los autores con la vida cotidiana, y reflexiona: «Sí es cierto que el nuevo sistema obliga a estudiar más o, quizás, a preparar la prueba de otra manera».
Fruto de esa homogeneidad que persigue la nueva PAU, la prueba de acceso a la universidad se celebrará este año durante los mismo días en toda España, salvo en Cataluña y Canarias. Las fechas elegidas son del 3 al 5 de junio. En la comunidad catalana, por su parte, tendrá lugar del 11 al 13 del mismo mes.
El caso de Canarias es distinto, pues la selectividad se realizará en la misma semana que la mayor parte del país, pero contará con un día más: del 4 al 7 de junio. «Nosotros somos partidarios de que la prueba tenga que realizarse dentro de esa semana, porque así se ajustan bien los periodos de admisión posteriores, pero defendimos tener cuatro días ante el resto de comunidades y la Consejería de Educación, que nos ha entendido», explica el presidente de la Comisión Organizadora de la Selectividad en Canarias, Antonio Adelfo Delgado.
El presidente cree que este margen más amplio es necesario para salvar algunos problemas de «medios» que tiene el archipiélago, fundamentalmente de espacio para acoger a todo el estudiantado que se examina de la PAU y que incluso obligó a habilitar un polideportivo en Adeje, Tenerife, hace unos años.
El hecho de contar con más días para la selectividad permite dividir al alumnado por jornadas y, así, sortear este escollo.
Delgado también alude al incremento de alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE), que rondan los 300 en cada provincia canaria. «Atender a este alumnado requiere de espacios determinados, ya que no solo demanda más tiempo, sino, además, unos espacios adecuados de sonoridad, luminosidad o ruido», explica, una cuestión que requiere, a su vez, de más tiempo de organización.
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