Borrar
¿Comenzamos el curso?

¿Comenzamos el curso?

Juan manuel garcía ramos

Viernes, 28 de agosto 2020, 09:53

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Durante dos cursos académicos estuve al frente de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias y siempre recuerdo la incertidumbre que a mi equipo y a mí nos producía el comienzo de curso de la enseñanza no universitaria en septiembre a pesar de habernos pasado todo agosto previendo plantillas, equipos directivos de los centros, aulas, transportes, comedores, un sinfín de variables que de fallar alguna de ellas, nos conduciría a un caos por mucho que lo evitáramos.

Si eso era en tiempos de paz, cómo será ahora programar en tiempos de virus. Cuántas circunstancias nuevas habrá que prever en una programación de inicio de curso, aparte de las tres emes: mascarillas, manos y metros. ¿Qué ratios por aula, que número de nuev@s profesore@s, que apoyo sanitario, qué turnos de comedor, qué hacer con la educación física, con los recreos, qué nuevos trayectos de transporte escolar…?

Desde mi veterana experiencia, aconsejo a que seamos pacientes con aquellos encargados de preparar un comienzo de curso 2020-2021. La Covid-19 nos ha puesto a punto de un ataque de nervios, a autoridades educativas, a equipos directivos, a profesorado en general, a padres que vienen arrastrando todo lo que ha sido la vida desde el 14 de marzo de este año aciago, a personal de administración y servicios, a sindicatos en la obligación de dar su versión de lo que han de ser las cosas, a estudiantes desquiciados con la on line y la brecha digital…

Dice el filósofo y pedagogo Gregorio Luri que «la adolescencia parece vivir un proceso acelerado de independencia del mundo y de la cultura adulta». Y tiene razón. La era digital ha acelerado todos los procesos históricos y nos ha exigido buscar argumentaciones que no provenían de la experiencia, sino de la improvisación. Y nuestra juventud no ha llegado a entender la gravedad de lo que nos sucede, ni se ha hecho cargo del grado de responsabilidad que le corresponde en este proceso de oscuridad sanitaria y de apagón de soluciones viables y consensuadas.

Las autoridades educativas no hacen sino improvisar protocolos, porque nadie sabe hacia dónde vamos, si hacia la debilitación del proceso de contagios del virus en cuestión o hacia un agravamiento de la situación.

¿Quién es capaz de programar en situaciones de tan extrema inquietud y despiste? No podemos hacer política con el futuro de nuestros hijos y de nuestros nietos. La pandemia nos tiene atemorizados y sin saber cómo salir de nuestro caparazón familiar con mínimas garantías.

Esperemos que las inmensas variables a las que se han de enfrentar los equipos directivos de los departamentos gubernamentales puedan ser sistematizadas y resueltas con soluciones pormenorizadas y personalizadas. Esperemos que este dichoso virus no frustre la formación de nuestras próximas generaciones. Creo que vamos a necesitar un gran consenso para enfrentar tantas adversidades.

A las generaciones jóvenes que ya obtuvieron sus graduaciones les hemos robado la posibilidad de empleos dignos. A las generaciones que están aún formándose estamos a punto de robarles hasta la misma posibilidad de aprender con un mínimo de sosiego.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios