Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
En septiembre de 2020, investigadores canarios del proyecto CanBio realizaron el primer marcaje de mantelinas del mundo. El objetivo, estudiar el hábitat y el comportamiento de estos animales marinos cada vez menos frecuentes en las costas canarias.
Esta semana, los científicos marcaron con transmisores otras 15 mantelinas (Gumnura alvela) en la playa de Pasito Blanco, al sur de Gran Canaria, en una campaña que continuará estos días en Tenerife y La Gomera con la que se prevé alcanzar la cifra de 150 transmisores instalados en otros tantos ejemplares.
Conocer sus hábitos, su distribución y sus movimientos mediante el rastreo de las señales que emiten las marcas acústicas es la misión del proyecto CanBio que busca garantizar la superviviencia de esta especie en peligro de extinción, explica José Juan Castro, uno de los científicos que participa en la iniciativa del Instituto Universitario Ecoaqua de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, financiada por el Gobierno canario y la Fundación Loro Parque.
Un equipo formado por 20 personas participó en el marcaje realizado en la playa grancanaria en dos jornadas. En la primera, solo atraparon y marcaron un ejemplar. En la segunda, intervinieron en otros 14 animales.
«Capturarlas no es difícil. Elegimos estas fechas porque se suelen agregar en la costa para reproducirse», indica Castro.
Sin embargo, el marcaje requiere muchas manos. «En menos de 8 minutos tenemos que tomar muestras de sangre, medir y pesar al animal, implantarle la marca acústica y hacerle una ecografía», explica el científico sobre este proceso que debe realizarse con la mayor rapidez para que sea lo más inocuo posible.
La costumbre de las mantelinas de reunirse en ciertas playas del archipiélago en estas fechas es «un privilegio», según el experto.
«Hay un montón de playas en las islas donde esto sucede todos los años. En Valle Gran Rey, en Los Cristianos, en Pasito Blanco... En ciertos meses, llegan cientos de animales a la orilla para reproducirse y forman una alfombra sobre la arena, pero no somos capaces de apreciar esto», relata el científico que aconseja a los bañistas entrar estos días en el mar arrastrando los pies para evitar pisar las mantelinas, unos peces inofensivos dotados de una cola, con una espina venenosa al final, que solo emplean para defenderse.
«Este fenómeno es un privilegio y una responsabilidad que hay que ejercer para conservar un recurso natural que podría ser incluso un recurso turístico que dé una idea de nuestra biodiversidad», sostiene Castro.
Un acontecimiento que puede desaparecer junto a la especie, amenazada por la pérdida de calidad de su hábitat debido al ruido ambiental de motos acuáticas y barcos, la ocupación de la costa, los vertidos, la contaminación y la pesca accidental de ejemplares. «Cada vez hay menos», lamenta Castro.
Por ello es fundamental estudiar las miles de señales acústicas que están enviando las mantelinas marcadas para descubrir cómo y dónde viven. Una tarea en la que está inmersa Ana María Espino, dentro de este proyecto dirigido por el investigador David Jiménez Alvarado.
Noticias Relacionadas
Carmen Delia Aranda
Javier Darriba
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.