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En Geología se piensa en períodos de decenas de años, de siglos o de millones de años. El volcán de Tajogaite, en La Palma, creó de forma «súbita» 34 playas en la isla. Así lo pone de relieve un estudio de un equipo de investigadores del Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) que ha documentado la aparición repentina de una treintena de nuevas zonas de baño en la isla. La novedad de la investigación, explica el responsable del equipo, Nicolás Ferrer Valero, «reside en el hecho de que no se había documentado la formación tan súbita de playas, que fue lo que más nos sorprendió, y pensamos que había de difundirlo. Tendemos a pensar en la formación de playas como procesos lentos de elementos geológicos. Todo lo geológico es de evolución lenta. Pero en este caso fue repentina, eso es lo que más nos sorprendió al investigar».
Ferrer explica que a través de los medios de comunicación supieron que en La Palma había «nuevas playas» formadas en el delta creado por el volcán. «Fuimos a investigarlo y empezamos a cotejar ortofotografías aéreas proporcionadas por los drones desde la fecha de la erupción y nos dimos cuenta de que habían surgido de forma súbita. Esto rompe con lo que es habitual. Hemos documentado un hecho singular, un hecho llamativo, de ahí que el artículo esté teniendo muy buena acogida internacional». El trabajo se publicó en Geomorphology, una de las revistas más relevantes en el área de Geociencias.
El equipo documentó un total de 34 playas, entendidas estas como «pequeños depósitos acumulados en entrantes rocosos», algunas de entre 20 y 30 metros cuadrados de extensión. Y constataron algunas «se crearon en 24 o 48 horas», resalta Ferrer. Aunque no todas «sobrevivieron» pues fueron más tarde «sepultadas», afirma el científico.
En concreto «de las 34 playas que se formaron repentinamente en los dos deltas de lava, siete desaparecieron por enterramiento o causas dinámicas, y 14 fueron coalesciendo con el tiempo formando playas más grandes. Cinco meses después de la erupción, el número de playas era 19».
¿Y cómo son estas nuevas playas? En general, responde en científico prima la «heterometría» pues «tiene mucha variabilidad de tamaños de sedimento». Según explica Ferrer, en alguna se podían apreciar sedimentos «de todos los tamaños, desde arena a cantos, gravas y bloques. Son playas muy jóvenes y uno de los signos de esa juventud es precisamente su mala selección», es decir, añade, «todavía no ha alcanzado una distribución equilibrada en el tamaño» de los sedimentos que es lo que se observa en «playas maduras, que están compuestas de un tamaño de sedimento relativamente homogéneo o se distribuye de forma zonificada». Las nuevas playas de La Palma «son absolutamente caóticas todavía desde el punto de vista geológico».
Llama la atención que en ellas se encuentre arena y el científico apunta a varias posibles hipótesis. Por un lado, los sedimentos de la playa se podrían haber formado «a partir de sedimentos que ya existían en la plataforma». Por otro, Ferrer recuerda que la caída de cenizas fue muy abundante. Y también señala que se podría haber producido la fragmentación de las lavas con la llegada de esta al mar, por el cambio de temperatura. «Tenemos hasta tres posibles fuentes: sedimentos que ya existían que al generarse nuevas condiciones topográficas con el delta pudieron depositarse al frente, las cenizas caídas de los conos del Tajogaite que inundaron todo la zona y que pudieron ser depositadas por el oleaje y tercera fuente la fragmentación de lava». Ferrer recuerda que el archipiélago existen bastantes playas de arena negra «que en parte proviene de cenizas y en parte por el transporte a través de los barrancos de interior de terrenos arenosos oscuros. Lo que en este caso podemos descartar el origen fluvial, pero la explicación del origen de la arena requiere de estudios concretos.
En la investigación han participado Néstor Marrero Rodríguez, Abel San Romualdo Collado y Leví García Romero, así como Juana Vegas, investigadora del Instituto Geológico y Minero de España (IGME, CSIC).
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Carmen Delia Aranda
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