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Ambiente en los expositores de los centros de investigación y empresas presentes Simposio Internacional sobre Tecnología Nuclear de Fusión. COBER
La carrera por la fusión nuclear se acelera: «las grandes empresas empiezan a invertir»

La carrera por la fusión nuclear se acelera: «las grandes empresas empiezan a invertir»

Gran Canaria reúne hasta el viernes a casi mil expertos internacionales en el proceso de obtención de energía limpia e inagotable

Carmen Delia Aranda

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 12 de septiembre 2023, 02:00

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Replicar la reacción que se produce en el interior de las estrellas liberando la brutal cantidad de energía que las hace brillar es muy difícil.

«Hay una broma en torno a la fusión nuclear que dice que hace 50 años que venimos anunciando que dentro de 50 años la tendremos», explica el investigador Ricardo Florido, del Grupo de Investigación Interacción Radiación Materia (Girma) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

El científico lleva 25 años estudiando el comportamiento del plasma -el estado fluido de la materia sometida a temperaturas y presiones nunca alcanzadas de forma natural para lograr que dos átomos hidrógeno se fusionen formando uno de helio liberando ingente cantidad de energía-. Florido tiene 47 años y confía en ver la fusión nuclear hecha realidad. Basa su optimismo en los pasos agigantados de los avances en los últimos cinco años gracias a la implicación del sector privado.

Florido es uno de los 800 expertos que participan en el 15º Simposio Internacional sobre Tecnología Nuclear de Fusión (Isfnt) que ha congregado a investigadores, tecnólogos y empresarios de todo el mundo en el Palacio de Congresos del Auditorio Alfredo Kraus.

Allí, hasta el viernes, compartirán las novedades en tecnologías de fusión nuclear; una carrera que se ha acelerado en el último lustro.

«Hasta hace muy pocos años, la fusión nuclear venía sustentada, principalmente, por el apoyo económico público. Con la crisis energética, las grandes empresas se han dado cuenta de que aquí hay un filón y están empezando a invertir en investigación. Esto no había pasado nunca», resalta el grancanario David Rapisarda, director de la división de tecnología para la fusión nuclear del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que organiza este congreso inicialmente previsto en China y suspendido por la pandemia.

«Era un viejo anhelo hacer una conferencia grande sobre la fusión aquí, en las islas», señala el científico orgulloso de haber traído a su tierra a los máximos responsables de los reactores nucleares y los aceleradores de partículas que se están construyendo en el mundo.

El proyecto más avanzado es el ITER (Reactor Experimental Termonuclear Internacional) que se está construyendo en Francia con el patrocinio de la Unión Europea, Estados Unidos, India, Corea, Japón y China. «El ITER es un buen ejemplo de colaboración internacional donde todos tenemos puestos nuestros ojos». dice Rapisarda que calcula que el reactor pueda ofrecer sus primeros resultados en el año 2030.

Dos vías para aislar la reacción atómica

El ITER apuesta por el confinamiento magnético para aislar la reacción nuclear. «Las condiciones en el interior de un reactor son extremas. Tenemos elevadísimas presiones y temperaturas; 10 veces más que la temperatura interna del sol, unos 150 millones de grados centígrados», explica el científico canario.

¿Cómo se aísla ese sol en miniatura? «Tenemos que intentar que el combustible no toque las paredes del reactor y eso lo conseguimos con imanes -campos magnéticos- pero siempre hay partículas que escapan y tocan las paredes», apunta.

Sin embargo, otro método de aislamiento ajeno al ITER ha tomado la delantera en la carrera por la fusión nuclear; el confinamiento inercial que usa la densidad para contener la reacción atómica.

«En diciembre de 2022 se logró por primera vez demostrar la ganancia neta energética -es decir, la obtención de más energía que la invertida en provocar la reacción atómica- por la vía del confinamiento inercial en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de Estados Unidos», indica Florido, cuyo grupo de estudio ha obtenido financiación para realizar experimentos allí con el láser National Ignition Facility, además de con el láser Omega de Rochester (EEUU) y el Megajoule de Francia.

«Estamos en un punto de demostración científica de principios básicos. Luego habrá que ver cómo llevamos eso a la producción de energía eléctrica y cómo llevarla a la sociedad», explica Florido sobre el camino para obtener esta energía limpia e inagotable.

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