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Alergia a alimentos y anafilaxia (1)

Alergia a alimentos y anafilaxia (1)

«La alergia a los alimentos es un problema de salud pública en auge que afecta a más de 17 millones de personas en Europa. El aumento más abrupto de estas alergias ocurre en los niños y jóvenes».

Anselmo Sánchez Palacios / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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La alergia a los alimentos es un problema de salud pública en auge que afecta a más de 17 millones de personas sólo en Europa. Tres millones y medio de los europeos que la padecen son menores de 25 años y el aumento más abrupto de las alergias alimentarias ocurre en los niños y la gente joven. Además, el número de reacciones alérgicas graves y que potencialmente amenazan la vida (anafilaxia) debidas a la alergia a los alimentos y que ocurren en los niños también está aumentando.

A la vista de estos preocupantes datos estadísticos, la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) lanzó la campaña Alergia a los Alimentos. ¡Stop a la anafilaxia! en junio de 2012. El objetivo de la campaña era llamar la atención sobreel abrupto incremento de la anafilaxia, especialmente en los niños. Se propone educar al público para reconocer los síntomas de la anafilaxia y sus desencadenantes y explicar cómo reaccionar en caso de emergencia. El Comité de Organizaciones de Pacientes de la EAACI también apoya la Campaña de Alergia a los Alimentos, con más de 25 representantes de países de Europa, Norteamérica, Suramérica, Oriente Medio, Asia y Oceanía. Este documento es un elemento clave de la campaña puesto que contiene una declaración pública de petición a los políticos de la Unión Europea (UE), los profesionales sanitarios y el público de adoptar las acciones concretas que mejoren el manejo y el tratamiento de las alergias alimentarias y la anafilaxia.

Unas guías europeas basadas en las pruebas científicas para los profesionales sanitarios junto con una mejor formación de los profesionales sanitarios en el diagnóstico de las alergias alimentarias podrían mejorar la situación actual. Es notable que, en la actualidad, la mayor parte de las alergias a los alimentos esté sin diagnosticar o quede a la merced de métodos de auto-ayuda, no supervisados por un profesional médico. El establecer una normativa clara de etiquetado de los alérgenos en alimentos procesados disminuiría el riesgo de reacciones alérgicas en aquellas personas que padecen una alergia alimentaria. Un mejor acceso al tratamiento de emergencia en los espacios públicos salvaría vidas. Esto es particularmente cierto en los alérgicos a alimentos más jóvenes que experimentan cada vez más reacciones que amenazan sus vidas (anafilaxia). La EAACI pide que los auto-inyectores de adrenalina estén disponibles en los colegios: una solución sencilla que podría salvar vidas. La EAACI publicará los Estándares Mínimos para el tratamiento del niño alérgico en la escuela para guiar a los políticos en la implantación de tal cambio de política.

Se necesita muchas más investigación para ayudar a desarrollar estrategias de prevención y tratamiento y para mejorar la salud y la calidad de vida de los alérgicos a los alimentos. Los programas de investigación financiados por la UE deberían por tanto seguir apoyando el trabajo sobre las alergias alimentarias y aportar al mercado herramientas de diagnóstico y tratamiento más eficaces. La EAACI también apoya la inclusión de la anafilaxia como una causa de muerte en la Clasificación internacional de las enfermedades (ICD-11) y la creación de registros nacionales y europeos de alergia y anafilaxia, los cuales permitirían generar unos datos de mejor calidad y ayudar a desarrollar un abordaje escalonado para un mejor tratamiento de estas afecciones

¿Qué son la alergia a los alimentos y la anafilaxia? A menudo, la alergia a los alimentos se confunde con una intolerancia alimentaria. Sin embargo, ambas afecciones poseen diferentes causas y síntomas.

Las alergias alimentarias son una respuesta anómala del cuerpo a alimentos que de otro modo serían inofensivos, implicando al sistema inmunitario. Normalmente, nuestro sistema inmunitario nos defiende de sustancias posiblemente dañinas como las bacterias, los virus y las toxinas. Sin embargo, el sistema inmunitario de los individuos alérgicos identifica de forma incorrecta ciertos componentes de los alimentos como nocivos. La gravedad de una reacción alérgica puede variar entre individuos. Mientras que una persona puede necesitar dirigirse apresuradamente al servicio de urgencias más próximo en cuestión de minutos por síntomas potencialmente mortales tras comer un alérgeno alimentario, otra puede manifestar solamente picor en la boca. La reacción puede ocurrir en minutos o unas pocas horas.

A menudo, la alergia a los alimentos se confunde con una intolerancia alimentaria. Sin embargo, ambas afecciones poseen diferentes causas y síntomas. La intolerancia alimentaria no se relaciona con el sistema inmunitario y la gente que padece una intolerancia puede consumir pequeñas cantidades de esa comida y no experimentar síntomas de intolerancia alérgica.

La anafilaxia puede describirse como una reacción alérgica sistémica y grave, de riesgo vital, que progresa rápidamente y puede conllevar la muerte, y en la que el sistema inmunitario responde a sustancias que, de otro modo, serían inofensivas. Las causas más frecuentes de anafilaxia incluyen los alimentos, los fármacos y las picaduras de insectos (abejas y avispas). La reacción puede comenzar en unos pocos minutos de la exposición y puede progresar rápidamente causando constricción de la vía aérea, síntomas cutáneos y gastrointestinales y una alteración del ritmo cardíaco. En los casos graves, puede haber obstrucción completa de la vía aérea, shock y muerte.

La anafilaxia puede afectar diversos sistemas corporales simultáneamente. La piel está afectada en el 80 % de los incidentes anafilácticos en la forma de picor, exantema cutáneo y enrojecimiento generalizado o hinchazón debajo de la superficie cutánea (angioedema). En otros casos, puede estar afectado el sistema respiratorio en la forma de irritación e inflamación dentro de la nariz (rinitis aguda) o asma; el tracto digestivo (náuseas, vómitos, retortijón abdominal o diarrea); o el sistema cardiovascular (con palpitaciones, aumento de la frecuencia cardíaca o presión sanguínea disminuida). Todo ello puede producir mareo, pérdida de la consciencia y, en el peor de los casos, una parada respiratoria o cardíaca.

¿Cómo afectan la alergia a los alimentos y la anafilaxia al cuerpo? Nuestro sistema inmunitario protege a nuestros cuerpos gracias a una red compleja de células inmunitarias y anticuerpos destinados a adquirir tolerancia inmunitaria a sustancias ambientales inofensivas y protección frente a las que son peligrosas. Por ejemplo, generamos una serie de anticuerpos distintos que desempeñan funciones específicas en el sistema inmunitario. El tipo de anticuerpo que puede causar una reacción alérgica se denomina inmunoglobulina E (IgE). Generamos moléculas de IgE para luchar contra las infecciones causadas por los parásitos, como los gusanos. Aunque todavía no se conoce por completo el motivo, el sistema inmunitario de algunas personas proporciona de forma equivocada respuestas irregulares que conllevan una producción excesiva de anticuerpos IgE y alteraciones en las redes de células inmunitarias como reacción a algunos alimentos, lo que origina las alergias alimentarias. Por lo general, las proteínas son las responsables de una reacción alérgica. Sin embargo, aún no está claro qué hace que algunas proteínas alimentarias sean alergénicas y otras no.

¿Qué causa la alergia a los alimentos y la anafilaxia? La alergia alimentaria y las enfermedades alérgicas en general comparten los mismos factores de riesgo pero las causas siguen estando poco claras. Parece que existen una serie de factores de riesgo genéticos y nutricionales que son específicos de la alergia a los alimentos. El momento de la introducción en la dieta de alimentos consumidos en las primeras etapas de la vida parece desempeñar un papel importante. También, la cantidad de ácido gástrico en el estómago y la composición de bacterias en el intestino podrían influir en la susceptibilidad a la alergia a los alimentos.

Sin embargo, se necesita mucha más investigación de las causas de la alergia alimentaria. Dicha investigación ayudará a desarrollar las estrategias de prevención y de manejo que podrían mejorar la salud y la calidad de vida de mucha gente.

Es bien sabido que los lactantes con alergia alimentaria tienen una mayor probabilidad de padecer otras enfermedades alérgicas, como el asma, másadelante en sus vidas. Una explicación para ello es que la alergia a los alimentos y las enfermedades alérgicas en general probablemente compartan muchos factores de riesgo. Las enfermedades que pueden iniciarse al mismo tiempo que la alergia alimentaria son el asma, la rinitis alérgica y el eccema.

El diagnóstico se basa fundamentalmente en puebas cutánes,determinación de IgE específica,la provocación oraly en ocasiones controlada con placebo.El diagnóstico in-vito molecular ISAAC nos ayuda a los estudios de reactividad cruzada.

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