Begoa: «Perder una hora de sueño solo hace que desayunes de noche»
La llegada de la primavera trae consigo el cambio de hora en los relojes, lo que sucederá dentro de tres días. En Canarias a la 01.00 de la madrugada del domingo se adelantará el reloj a las 02.00 con lo que se perderá una hora de sueño. «Este cambio no afecta a la salud; solo desayunaremos de noche y nos acostaremos de día», dice Bengoa.
Odra Rodríguez Santana y Odra Rodríguez Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 22 de marzo 2018, 09:12
En Canarias, a la 01.00 horas de la madrugada del próximo domingo se saltará a las 02.00 horas, por lo que esa noche disfrutaremos de una hora menos de sueño. Además para adaptarnos, una vez más, al horario de verano a partir de este día amanecerá antes y anochecerá más tarde. Es decir, desayunaremos de noche y cenaremos de día.
Mónica Bengoa, responsable de la Unidad del Sueño y neumóloga del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, explica que este cambio horario, que es de tan solo una hora, «no afecta en absoluto a nuestra salud». «Es muy poco tiempo por lo que el cuerpo se adapta, en general, muy bien porque tiene mecanismos para ello. Irse a dormir con luz, aún de día, genera más trastoque que hacerlo si ya ha oscurecido, sobre todo, en el caso de los niños y las personas enfermas. Lo mismo ocurre al levantarse y ver que aún es de noche», señala Bengoa. En este sentido, la neumóloga indicó que «es más fácil sumar una hora que restarla; es más fácil aclimatarse cuando se gana una hora de sueño que cuando se pierde». Bien distinto es cuando se realizan viajes largos, con cambios de huso horario, donde sí se pueden sufrir ciertas perturbaciones, sobre todo, en el sueño, por el jet lag», concretó.
Los expertos destacan que en el caso de personas mayores y niños es aconsejable procurar «normalizar el sueño con un mismo horario de sueño, no debemos dormir más de 20 minutos de siesta, así como acostarse boca arriba y adoptar una postura cómoda, cerrar los ojos relajar los músculos, respirando de forma pausada tres veces y al final de la tercera, mantenerse sin tomar aire para relajarnos».
