Arranca el juicio que podría cambiar internet
González contra google ·
La Suprema Corte de Estados Unidos decidirá si Youtube es o no responsable del contenido dañino que muestran sus algoritmosEl caso de un asesinato terrorista podría transformar por completo Internet. La corte Suprema de Estados Unidos acoge esta semana el juicio que enfrenta a la familia de Nohemi González, una joven muerta a manos de tres hombres armados del Ejército Islámico, contra Google, como propietaria de Youtube, por actuar como una plataforma de reclutamiento y recomendar contenido relacionado con el ISIS.
La primera jornada comenzó este martes con las declaraciones de la madre y el padrastro de González, que se mostraron «confiados» en que la justicia pida responsabilidad legal a la plataforma por permitir contenidos que incitan a la violencia, lo que abriría una puerta a demandas masivas contra las tecnológicas.
«Nos sentimos muy positivos y solamente queremos justicia, no solo para nuestra familia sino para todas las que han sufrido una pérdida», afirmó Beatriz González, madre de Nohemi, a la salida de la vista oral en Washington, según declaraciones recogidas por Efe.
La joven estadounidense, que había ido a estudiar a París, fue una de las 130 víctimas de los atentados de noviembre de 2015 perpetrados por el grupo Estado Islámico (EI) en el restaurante La Belle Épique de la capital francesa. «Era una mujer independiente y autosuficiente», recuerda su madre. «No fue justo que a los 23 años le cortaran su vida. Nohemi va a ser un cambio en todo esto».
Los demandantes buscan así poner límites al funcionamiento del algoritmo y la forma en que la información circula por redes sociales. «Debe estar más monitoreado, no solamente con los terroristas, sino con todo tipo de actividades delictivas». Sin embargo, habrá que esperar hasta dentro de algunos meses el fallo del Supremo.
Libertad de expresión
El punto de mira está en la sección 230 de la Ley de Decencia de las Comunicaciones, aprobada en 1996, en los albores de internet, cuando ni siquiera existía Google. El texto, de apenas 26 palabras, protege a las nuevas compañías de responsabilidades legales sobre lo que albergan, consideradas como meros «contenedores» de información.
«Ningún proveedor o usuario de un servicio de ordenadores interactivo deberá ser tratado como el publicador o emisor de ninguna información de otro proveedor de contenido informativo»
sección 230
Si bien no es la primera vez que se cuestiona la influencia de las plataformas en este tipo de cuestiones, hasta ahora el Tribunal Supremo se había negado a escuchar las acusaciones citando esta ley. En el otro extremo, algunas empresas y académicos abogan por no modificar la norma argumentando que se podría vulnerar la libertad de expresión. En varios países europeos ya se trabaja para gestionar la situación, poner límites y depurar responsabilidades.