Estos vecinos de Tenerife son algunas de las caras visibles de los problemas en Dependencia. /
Estos vecinos de Tenerife son algunas de las caras visibles de los problemas en Dependencia. /
Cecilio Hernández (84 años) ya no puede más. Atiende día y noche a su mujer, Candelaria Pérez, que desde hace 15 años sufre una terrible enfermedad, el alzheimer, sin ningún tipo de ayuda.
Con una pensión de 650 euros destina la mitad, 325 euros, a pagar el centro de día al que acude su mujer y qu e es el único momento de respiro de Cecilio, que solo vive para ella. Con el resto del dinero tiene que arreglárselas para sobrevivir. En enero dejó de pagar el agua y la luz «porque no puede» y no sabe si en los próximos días le cortarán el suministro, según relata en Radio Televisión Canaria (RTVC).
Desde hace 12 años lleva reclamando una residencia para su mujer pero hasta no ha conseguido que le den una a pesar de que Candelaria tiene un grado tres reconocido de dependencia. Cecilio no se explica cómo puede ser que no le den una plaza. « Yo la cuido y la curo pero hasta algunos medicamentos los tengo que comprar yo porque no lo cubre la Seguridad Social. Pido al Gobierno de Canarias un centro para yo poder ir a verla y que esté bien atendida porque yo ya no puedo más», indica Cecilio entre lágrimas.
Él tampoco se encuentra bien de salud. La situación le está sobrepasando. En unos días tiene que hacerse una biopsia por un «sangrado sospechoso» y el 14 de este mes ingresa en el hospital para una operación en el ojo. «No me encuentro bien. Esto es demasiado para mí. No puedo más. He pensado en quitarme de enmedio. ¿Alguién cree que esto es vida?», se pregunta Cecilio.
Aunque Cecilio y Candelaria tuvieron cinco hijos, tres de ellos no aparecen por casa. Sus otras dos hijas echan una mano en la medida en la que pueden. Una está enferma de cáncer y recibiendo tratamiento y la otra trabaja y, como apunta Cecilio, «bastante tiene con acompañarlo a los médicos. »Necesito ayuda porque yo no puedo con esto. Dónde está la humanidad en este mundo«, se pregunta Cecilio.