Así se afrontó la cobertura del apagón en CANARIAS7

El periodista está para contar lo que pasa y no para ser el centro de la noticia. Pero cuando la noticia afecta al trabajo periodístico, toca explicarle al lector cómo se ha gestionado la cobertura informativa para que entienda las limitaciones que pueden condicionar el resultado final.

Es lo que pasó este lunes con el apagón energético, que comenzó siendo un hecho que afectaba a la península, pero que finalmente tuvo incidencia en Canarias, en especial en lo relativo a las comunicaciones.

En cuanto se tuvo noticia del cero energético en la España peninsular, quedó claro que había que centrarse en un hecho informativo sin precedentes. CANARIAS7 contaba para ello con el suministro informativo, tanto en formato digital como impreso del grupo de comunicación Vocento, con el que mantiene una relación comercial que no afecta a la independencia editorial ni accionarial.

De entrada, eso permitía a la Redacción de CANARIAS7 centrarse en la cobertura local e incorporar en los diferentes formatos lo que llegaba de la península. A medida que fueron pasando las horas, la situación se volvió más compleja: por un lado, porque la falta de fluido eléctrico en el resto de España afectaba a los compañeros periodistas de allí y porque en las islas comenzaban las incidencias en materia de comunicaciones.

Y todo eso iba en paralelo a un aumento exponencial del consumo de información en tiempo real. En la edición digital, las noticias sobre el apagón se habían colocado entre las más leídas y detectamos que lo mismo sucedía con las que tenían que ver con las islas, ya fuera con las historias de canarios residentes en la península que contaban sus experiencias como con esas carencias en materia de telecomunicaciones que ya afloraban en el archipiélago. Como el lector es el que manda, si se detecta un interés, allí debemos estar para responder a la demanda y eso condicionó el resultado.

Fue un día frenético donde, mejor o peor, con errores y con algún acierto -como todo en la vida-, tocó hacer frente al deseo (y la obligación profesional) de contar un hecho histórico en la península, dar cobertura a los efectos en las islas y capear los estragos que iban produciendo, sobre todo durante la noche, la caída de las redes de comunicación. Una caída que también se dejó sentir en el flujo entre la Redacción y la planta de impresión, pero que se solventó sin afectar de manera acusada al trabajo final: el lector se encontró este martes en el quiosco con un periódico impreso de 72 páginas, con un Tema del Día dedicado al apagón que arranca en la página 2 y acaba en la 21, y con una edición digital (más las redes) donde las coberturas en directo, tanto de ámbito peninsular como regional, fueron lo más visto de la jornada.

Y este martes, toca seguir, que la actualidad ni descansa ni espera. Lo de ayer nunca es noticia pero en tiempos de apagones, poner luz sobre lo que se hace también es necesario.

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