Abuso de sustancias en el adulto mayor
El abuso de sustancias es un serio problema de salud publica mundial pero en el adulto mayor genera un mayor riesgo de deterioro cognitivo, caídas y un impacto negativo en la calidad de vida al envejecer
DR. RENÉ DE LAMARESPECIALISTA EN GERIATRÍA Y GERONTOLOGÍA, ASESOR MÉDICO DE CANARIAS7. DIAGNÓSTICO INTEGRAL MÉDICO, C/ DIDEROT, 19 BAJO. TFNO: 928 220 474.
Domingo, 10 de enero 2021, 00:00
En días pasados con motivo de las fiestas navideñas se ha creado un ambiente propicio para el abuso de alcohol y tabaco entre otras sustancias que aunque parezca extraño pueden consumir los mayores por lo que en base a un tema de actualidad ante el aumento de la longevidad en nuestro país estructuramos el artículo de hoy.
En los últimos años, el creciente aumento de la población geriátrica con la evidencia de que los trastornos mentales se van incrementando con la edad, unido al envejecimiento de las generaciones que en la década de los años 70 y 80 convivieron con la extensión en el consumo de drogas de abuso, han hecho que se preste mayor atención a un problema que está cobrando importancia en la atención sanitaria de los mayores.
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Error Durante décadas se ha pensado que los trastornos de dependencia y adicción eran infrecuentes en los mayores.
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Fallecimiento Que los alcohólicos y usuarios de drogas solían fallecer de forma temprana y que el debut tardío de abuso de sustancias era una situación rara en adultos mayores.
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Aumento Existen líneas de investigación con evidencia científica que sugieren que el consumo de sustancias de abuso esta viéndose incrementado entre los mayores.
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Error Debemos tener presente que suele existir cierta resistencia por parte del propio paciente o de su familia a reconocer un problema clínico de estas características.
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Síntomas Muchos de los síntomas que producen las sustancias de abuso o su abstinencia pueden asemejarse a los que se producen en el envejecimiento o con la forma en que se manifiestan algunas enfermedades en el mayor.
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Medicamentos Un problema frecuente en los mayores es la mala utilización de medicamentos, tanto bajo prescripción médica como sin receta, esto incluye el abuso de sustancias como sedantes, analgésicos y un amplio abanico de medicamentos sin receta.
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Fármacos La utilización inadecuada e indiscriminada de los distintos fármacos en el mayor se asocia a un incremento de la morbimortalidad lo que manifiesta su importancia.
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Sustancias El alcohol, el tabaco y los fármacos son las sustancias que explican el mayor porcentaje de los casos de abuso de sustancias en la población mayor.
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Deseo La manifestación característica del síndrome de dependencia es el deseo, con frecuencia fuerte e insuperable de ingerir alcohol, tabaco o fármacos psicótropos, incluso los prescritos por un médico.
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Drogas ilícitas Aunque resulte sorprendente recientes estudios observacionales sugieren que el uso de drogas ilícitas se esta incrementando en este segmento de la población.
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Alcohol En nuestro medio se estima que el 50.04% de los mayores de 65 años consumen habitualmente bebidas alcohólicas.
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Patrón de consumo Respecto al consumo de alcohol con riesgo para la salud, el 7,1% de los mayores de 65 años presentan este patrón de consumo, cifra que se mantiene en el 4,9% en los mayores de 75 años.
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Hepatitis El consumo perjudicial es la forma de consumo que afecta la salud física como una hepatitis o mental con alteraciones conductuales o depresión secundarios al consumo de alcohol.
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Atención Se debe estar siempre al tanto sobre la posibilidad de abuso en el consumo de alcohol u otras sustancias en los adultos mayores en lo que los familiares o cuidadores pueden resultar de gran ayuda.
En el proceso de envejecimiento se producen una serie de modificaciones que condicionan cambios en el metabolismo y eliminación de muchas sustancias de abuso, los principales cambios están relacionados con los cambios en la composición corporal.
Como en otros aspectos, el reconocimiento de un problema de abuso de sustancias no siempre es fácil
Se observa una disminución de la masa corporal junto con la de la cantidad total de agua, lo que hace que proporcionalmente se incremente la grasa dando como consecuencia una disminución neta del volumen corporal total.
Lo anterior explica que en el caso del alcohol para una dosis dada, la concentración plasmática de alcohol que se alcanza en el mayor es superior que la esperada en un adulto más joven.
Sin embargo tradicionalmente se ha prestado poca atención a la magnitud de esta situación entre la población mayor de 70 años, probablemente por la errónea creencia de que era un problema menor, especialmente si se compara con su trascendencia entre adolescentes y adultos jóvenes.
Al igual que sucede con otros muchos aspectos de la atención a adultos mayores, el reconocimiento de un problema de abuso de sustancias no siempre es fácil.
Por otra parte, los frecuentes problemas de memoria o la inestabilidad a la marcha unido a la creencia de que no existen soluciones o la dificultad para tener herramientas de despistaje adecuadas, hacen que este reconocimiento sea más complicado en el mayor.
De la misma manera, la comorbilidad también juega un importante papel, ya que las condiciones y complicaciones médicas implicadas como el frecuente deterioro cognitivo, las alteraciones mentales, los déficits sensoriales o el deterioro funcional, no solo dificultan el diagnóstico, sino que además añaden barreras para buscar soluciones en estos pacientes.
Las investigaciones sobre el manejo de las adicciones en el mayor se han desarrollado con lentitud, sin embargo los estudios epidemiológicos más recientes subrayan la importancia que esta cobrando este problema y las modificaciones en las tendencias que se pueden ir esperando.
¿Qué significa hablar de abuso de sustancias en al adulto mayor?
En este contexto hablamos de psicoactivo al referirnos a cualquier producto o sustancia química con importantes efectos sobre el sistema nervioso central.
Una sustancia es un psicoactivo que se asocia con un trastorno debido a su consumo, el término incluye el alcohol, opiáceos, hipnóticos sedantes como los benzodiacepinas, estimulantes psicomotores, especialmente anfetaminas, cocaína, tabaco y ciertas drogas psicoactivas que no requieren receta médica.
El término consumo hace referencia a la consumición médica y socialmente apropiada de un psicoactivo en una forma que minimiza el potencial de dependencia o abuso.
El abuso de sustancias es un patrón desadaptativo de consumo de sustancias de diversa índole que genera un malestar o deterioro clínicamente significativo que se mantiene durante un periodo de un año o más manifestado por los siguientes aspectos:
-Consumo recurrente de sustancias que produce el incumplimiento de obligaciones en al trabajo, los estudios o en casa.
-Ese consumo recurrente de la sustancia en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso como conducir un coche bajo los efectos de la sustancia.
-Problemas legales repetidos como consecuencia del consumo.
-Consumo continuado de la sustancia a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos de la sustancia como discusiones en la pareja acerca de las consecuencias de la intoxicación y hasta violencia física.
¿Cómo se puede definir la dependencia?
Es un conjunto de manifestaciones fisiológicas, comportamentales y cognoscitivas en el cual el consumo de una droga, alcohol o de otro tipo de sustancias adquiere la máxima prioridad para el paciente, mayor incluso que cualquier tipo de comportamiento de los que en el pasado tenían un valor mas alto.
La manifestación característica del síndrome de dependencia es el deseo a menudo fuerte y a veces insuperable de ingerir sustancias estimulantes psicotropas, alcohol o tabaco.
Las estimaciones acerca de la dependencia o el abuso de alcohol en la población mayor varia notablemente dependiendo del rango de edad que se incluya en el estudio, la proporción entre géneros, la localización geográfica, las herramientas de cribado o el nivel asistencial en que se lleve a cabo el estudio.
Dependiendo del nivel asistencial en que se lleven a cabo los estudios se encuentran diferencias, en estudios realizados en atención primaria se encuentra un 21,5% de consumidores moderados, un 4,1% ya presentan un patrón de riesgo en su consumo y el 4,5% ya muestra una situación de dependencia.
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