Los constructores de la música
Si hay dos personas en Canarias que saben de música popular son Talio Noda y el ya fallecido Lothar Siemens. De las investigaciones que desarrollaron durante más de 30 años sale ahora, por primera vez en Canarias, un trabajo con todas las categorías de instrumentos musicales tradicionales de La Palma, pero extrapolables a todo el archipiélago./ Santa Cruz de Tenerife
Fue uno de los últimos trabajos en los que Lothar Siemens, que falleció en febrero pasado, estuvo implicado. Talio Noda lo recordaba este jueves durante la presentación del libro que los dos musicólogos firman al alimón y que recoge las investigaciones que, en su mayoría, llevaron a cabo hace más de treinta años. Instrumentos musicales tradicionales de La Palma es una obra «única» en Canarias, y seguramente también en España y en el resto de Europa, dice Talio Noda, que está convencido de que «es el único trabajo en el que se define y documenta todo el panorama de la organografía de un lugar».
Lo que Noda define como una recopilación actualizada de los artículos que él y Siemens publicaron en los años 80 en la Revista de Musicología de la Sociedad Española de Musicología, además de otros actualizados, recoge estudios sobre instrumentos que va más allá de los convencionales, adentrándose también en aquellos que construían los niños o se hacían para que ellos jugaran, y al final los acaban tocando los adultos.
«Así se construyen muchas veces los instrumentos, con lo que se tiene a mano, porque se quiere hacer música y no se tiene con qué», asegura Talio Noda, que se recorrió La Palma hablando con unos y con otros, visitando a lutieres y recopilando instrumentos tan curiosos como la sandunga, que no es más que una lata de aceite sujeta a un palo, al que se suman varia piezas metálicas, que suenan al golpear el palo contra el suelo.
También se encontraron con instrumentos que proliferaron en La Palma y de los que apenas hay referencias en Europa o, por ejemplo, una flauta sin embocadura, a la que bautizaron como ductis lingual, similar a las localizadas en la estepa rusa y que también se construye en Tejeda (Gran Canaria). De La Palma es el timple de cuatro cuerdas ya en desuso y los guisios (cascabeles) que los los pastores afinaban para hacer música.
Los instrumentos y sus constructores ocupan las 144 páginas del libro, ilustrado con minuciosos dibujos de Manolo Cardona que permiten construir todos los artilugios musicales con los que Siemens y Noda se encontraron en La Palma hace 30 años.
Descripción
«Los usos y las costumbres para hacer artefactos para producir un sonido conforman una cultura singular en La Palma» que, según Talio Noda, es extrapolable a toda Canarias. En el libro, que edita Cartas Diferentes Ediciones, Noda y Lothar Siemens analizan de forma sistemática todo tipo de instrumentos palmeros. De aerófonos describen los más elementales e infantiles como las zumbaderas, los botones rotadores, los oboes de hoja o los botijos, también las flautas -como la dictus lingual- y las trompas de señal -caracoles o cuernos-. De los instrumentos idiófonos distinguen los que entrechocan -cucharas o palos-, los golpeados -triángulos o almireces-, los sacudidos -guisios-, raspados -el charraco o las botellas-, punteados -marímbola- o de acción múltiple -sandunga-. Al abordar los membranófonos describen panderos, tambores (que copian a los militares) zambombas y mirlitones y, por último, cuando hablan de los cordófonos, recuerdan el timple de cuatro cuerdas de La Palma y, sobre todo, a artesanos como Félix Sosa, constructor de guitarras del siglo XIX o las sucesivas generaciones de la familia Henríquez.