La tragedia del ‘Cruz del Mar’ da pie a un colectivo cultural
La nueva asociación aspira a editar un texto revisado del acto terrorista de noviembre de 1978, así como a mantener activa la memoria de los siete marineros que perdieron la vida en el ataque
En noviembre se cumplirán 40 años del atentando terrorista sufrido por el pesquero Cruz del Mar, en el que murieron siete tripulantes y donde salvaron la vida otros tres marineros. Uno de los supervivientes, Miguel Ángel Rodríguez, en el afán de que perdure la memoria de las víctimas a través de diversas vertientes, se ha implicado en los últimos meses en crear una asociación cultural con el nombre del navío atacado y hundido.
Para que la Asociación Cultural Cruz del Mar tenga presencia activa en la sociedad insular, según su principal impulsor y presidente fundacional, hay ya en cartera «un montón de proyectos, incluidas unas becas a la investigación». Además, a corto plazo se está trabajando, a expensas de que se consiga financiación de Gobierno de Canarias, Cabildo y ayuntamientos, en la edición de un texto revisado sobre los hechos del aciago 28 de noviembre de 1978 y sus consecuencias posteriores.
Según explicó Juan Antonio de la Hoz, secretario formal del novedoso colectivo, se pretende un nuevo texto fundamentado en la obra Cruz del Mar. Treinta años después (investigación), de Mario Luis López Isla, que vio la luz hace algo menos de una década. El texto revisado, con mención a la escultura en memoria de las víctimas dispuesta en Naos desde finales de 2013, así como a que han sido reconocidos los marineros como víctimas de un acto terrorista, se quiere que pueda ver la luz en fechas cercanas a la conmemoración de las primeras cuatro décadas de la tragedia, apreció De la Hoz.
Como finalidad esencial, atendiendo a los objetivos básicos dispuestos en los Estatutos registrados ante el Ejecutivo canario, «descubrir quiénes fueron los asesinos, a través de una investigación histórica y jurídica que denuncie a los culpables de ese acto terrorista». Además, también figura como motor primario del nuevo colectivo «mantener vivo el recuerdo de la tragedia sufrida», con actos de diverso corte en memoria de José María Hernández, Amador Hernández, Chano Cañada, Rafael Salas, Alfredo Marrero, Juan Suárez y Agustín Hernández, los siete marineros asesinados mientras laboraban en aguas del banco canario-sahariano. Además, se trabajará para «acercar la historia del Sáhara Occidental, del banco pesquero canario-sahariano, y su relación con España y Canarias, ala población en general».
Como curiosidad, en la primera junta directiva de la Asociación Cultural Cruz del Mar, junto con Miguel Ángel Rodríguez y Juan Antonio de la Hoz figuran el docente José Pérez Dorta, concejal de Haría, en calidad de vicepresidente; y Miguel Caraballo, como tesorero y vocal, marinero que se encontraba faenando cerca del lugar donde se produjo la tragedia en aquel negro 28 de noviembre de 1978.
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