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El retorno de ‘Fobos’, para 2020

El retorno de ‘Fobos’, para 2020

La rehabilitación del móvil de Manrique de la rotonda de Tahíche se ha tenido que retrasar, por la complejidad del armado

Jueves, 1 de enero 1970

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Finalmente habrá que esperar a 2020 para que Fobos, la escultura de César Manrique que adornaba la rotonda de Tahíche junto al desvío hacia Costa Teguise, vuelva a tener presencia en el lugar. La obra, con daños irreversibles, tuvo que ser retirada en el otoño de 2016. Desde entonces se ha ido trabajando de modo laborioso en el Parque Móvil del Cabildo, con cargo al Área de Obras Públicas, para hacer un nuevo móvil a imagen y semejanza del primigenio, con más de 300 piezas engarzadas para girar.

Según el titular de Obras Públicas, Jacobo Medina, se tiene previsto que la escultura vuelva a lucir antes de que el 24 de abril de 2020 se ponga remate al calendario de actividades por el centenario del nacimiento de César Manrique. «Queremos que sea en marzo», apuntó el consejero, si bien a expensas de evitar inconvenientes en el ensamblado.

Ya se ha montado más de la mitad del móvil y se tiene adquirido todo el material necesario para completar la estructura. Además, ya se ha avanzado en la rotonda con la elaboración de la base que deberá acoger la obra.

Los trabajos tienen prioridad para el personal del Parque Móvil. Los operarios se están rigiendo para el armado de la escultura por las directrices establecidas por los técnicos José Onieva y Aglaé Pino. Además, es cotidiana la presencia de Santiago Hernández, gran colaborador en tiempos de César Manrique, conocedor por tanto de los gustos del artista con respecto a cómo concretar las obras de la colección de Juguetes del Viento.

Esta escultura tendrá dimensiones parejas a la que hubo que retirar hace tres años atrás. Es decir, 13 por 4,12 por 4,12 metros, atendiendo a los parámetros establecidos en la documentación que obra en poder de la Fundación César Manrique (FCM). La escultura, cuyo nombre hace referencia a la más grande de las dos lunas de Marte, tiene dos réplicas, en Arucas (Gran Canaria) y en Pájara (Fuerteventura).

La pieza de Tahíche fue instalada a mitad de la década de los 90 del siglo pasado, con presencia de esferas y veletas capaces de moverse de modo autónomo.

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