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Valsequillo reúne en una feria lo mejor de la abeja negra canaria

Valsequillo reúne en una feria lo mejor de la abeja negra canaria

Antonio López es apicultor desde que tiene uso de razón. Junto a las colmenas de su finca en el pago valsequillense de La Era de La Mota rememora toda una vida ligada a la miel.

Jueves, 1 de enero 1970

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canarias7 / valsequillo

Antonio López es uno de los apicultores que participará en la cuarta Feria de la abeja negra y la miel de Valsequillo que se celebra mañana domingo en el antiguo Mercadillo Municipal, en pleno centro del casco de Valsequillo. López es apicultor desde que tiene uso de razón. Junto a las colmenas de su finca en el barrio La Era de La Mota, en Valsequillo, cuenta que sus recuerdos de infancia están ligados a la miel. Hoy, con 59 años, atesora numerosos premios que acreditan su buen hacer, además de haber sido el primer apicultor en haber conseguido la etiqueta Gran Canaria Calidad.

Cuenta López que la vocación le viene heredada del padre, «desde siempre ha habido colmenas en mi casa. Recuerdo jugar en la galería de casa de mi abuela Lola estrujando los panales con las manos. Porque antes no había extractores como ahora, la miel se sacaba a puño».

Desde aquel entonces hasta ahora la apicultura ha cambiado mucho. Tanto que «originariamente se tenían las abejas en troncos de palma. En la mitad del tronco se ponía una cruceta hacia arriba, de donde se sacaba la miel y la otra mitad se dejaba para las abejas. Posteriormente vinieron las colmenas, se homologaron medidas y cuadros y se sacaron los extractores de acero inoxidable. Pero antes era a mano. Yo recuerdo de niño a mi abuela apretando los panales para extraer la miel».

Ahora mismo el municipio de Valsequillo puede presumir de tecnología innovadora y puntera aplicada a la apicultura. Dice Antonio López que «la apicultura ha experimentado un cambio notable y estamos a primer nivel: extractores de última generación, envasadoras, de todo. Nosotros la miel ya no la tocamos. Y lo más importante es que en los últimos años ha habido un repunte de apicultores, de hecho, sólo en esta isla hay unas 11.000 colmenas censadas. Y eso a pesar de que los años de sequía extrema junto al cambio climático han conseguido que baje el número de colonias».

El secreto de que Valsequillo sea tierra de apicultores está en la gran variedad de flores que posee. «En Valsequillo hay dos barrios, dos topónimos, El Colmenar Bajo y El Colmenar Alto», lo que demuestra que «aquí ha habido colmenas desde la noche de los tiempos», afirma este consagrado apicultor. A ello hay que sumar además la existencia de una raza de abeja propia.

«En Canarias hay una abeja autóctona, la abeja negra. Lleva aquí siglos y se ha especializado en la flora de la zona, está perfectamente adaptada al clima de las islas y a todas las especies de flores posibles. Además, resiste la sequía a extremos increíbles y tiene una capacidad de reacción cuando llueve asombrosa. Y lo mejor es que es muy mansa».

Tal es la calidad de la abeja negra canaria que está muy demandada en Península, sobre todo «por su mansedumbre». Teniendo en cuenta todo esto, la miel de Valsequillo es única. «Es muy característica sobre todo su gran variedad floral, aunque también se han conseguido mieles puras de tajinaste azul. La miel de Valsequillo es una miel muy equilibrada, muy buena».

Cuarta Feria de la Abeja Negra Canaria y la Miel. Antonio López es uno de los apicultores que participará en la cuarta Feria de la abeja negra y la miel de Valsequillo, mañana domingo. Para esta ocasión hay programadas toda una serie de actividades, que tendrán lugar en el antiguo Mercadillo Municipal, en pleno centro del casco de Valsequillo, y que harán las delicias de los miles de visitantes que se esperan.

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