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Los ecologistas se oponen al lago y al cable esquí en Agüimes

Los ecologistas se oponen al lago y al cable esquí en Agüimes

Los ecologistas de Turcón han manifestado su «disconformidad y total oposición» al proyecto de creación de un gran lago artificial de cuatro hectáreas de superficie en el cauce de la desembocadura del barranco de Guayadeque para habilitar una instalación donde poder practicar esquí acuático tirado por cable.

Jueves, 16 de julio 2020, 15:50

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El colectivo ecologista presentó alegaciones al expediente y en ellas solicita al Consejo Insular de Aguas que deniegue la solicitud que le hizo el promotor del proyecto, Inversiones Valido SL, para que le otorgue la concesión administrativa para la ocupación de entre 45.000 y 60.000 metros cuadrados del barranco de Guayadeque, en la costa de Agüimes. La parcela que pide el inversor está en el mismo cauce, en suelo que es de dominio público hidráulico y en Gran Canaria es el Consejo Insular de Aguas el que gestiona esos fondos de barranco, de ahí que la empresa le pidiera preceptiva autorización.

A Turcón no le convence el proyecto, entre otras cosas, porque lo que plantea el promotor es «una privatización de un suelo que es público». Entiende que «perfectamente puede ir en otros lugares» que son de propiedad privada. «No se justifica -a criterio de los ecologistas- el uso del cauce público» del barranco. Advierten además de que este tipo de ocupaciones de suelo «suele llevar aparejada una canalización», que, sin embargo, apostilla, no aparece en la solicitud.

También les preocupa que al estar previsto que el lago y el cable esquí se construyan en un cauce, acabará afectando a una zona de avenidas y escorrentías de agua cuando llueve, por lo que temen que al final haya riesgos para la seguridad de las personas.

Apunta Turcón que tras la lectura de la solicitud no está claro que el proyecto esté conforme al Plan Hidrológico de Gran Canaria, pues «no existe informe de compatibilidad». Es más, cree que lo contradice.

En zona de interés medioambiental

Los ecologistas de Turcón sostienen también en sus alegaciones que este proyecto, cuya ejecución requerirá una inversión de 1,3 millones de euros, afecta a una zona de interés medioambiental desde el punto de vista paisajístico y natural, aparte de que hace las funciones de espacio de recarga y contención de la intrusión marina en la desembocadura del barranco de Guayadeque. No creen tampoco que pueda catalogarse como una actuación de interés general, luego aducen que podría ser desarrollada en cualquier otro ámbito que no implique ocupar suelo de dominio público. En esencia, Turcón no se opone a la infraestructura en sí, sino al lugar escogido para emplazarla. Sus promotores explican en el anteproyecto que los otros cables esquí que hay en España aprovechan lagos naturales, como es el caso del de Madrid, o presas, como el de Marbella, mientras que el de Gran Canaria sería el primero que se ubicaría en un lago construido ex profeso, en una gran piscina artificial, de ahí su emplazamiento cercano al mar, de donde se cogería el agua para su primer llenado. El complejo incluiría cafetería snack-bar y parque infantil y alojaría una escuela gratuita para aprender a hacer esquí acuático.

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