El Museo Etnográfico del faro de Maspalomas sale del coma
El proyecto para convertir una parte del faro de Maspalomas en Museo Etnográfico de Gran Canaria, ideado por el Cabildo desde el año 2010, despierta de la pesadilla administrativa en la que cayó con la licitación de la obra para abrir antes una tienda de artesanía y un punto de información turística. La musealización vendrá después.
La primera fase de las dos previstas para crear en el faro de Maspalomas un centro etnográfico sobre la cultura popular de Gran Canaria acaba de salir a concurso con un presupuesto de 1,72 millones de euros y un plazo de ejecución de ocho meses. Con ella se culminará la obra civil necesaria para la posterior musealización del edificio adosado a la parte baja de este Bien de Interés Cultural (BIC) y para abrir la tienda de artesanía y el punto de información turística incluidos en el proyecto del Cabildo.
La promotora de las obras, la Fedac, ha vivido una odisea para licitar de nuevo unas obras que ya se adjudicaron a finales del pasado mandato y se paralizaron poco después, entre otros motivos por la aparición de termitas en la carpintería. La rescisión del contrato y la recuperación del edificio cedido temporalmente por la Autoridad Portuaria de Las Palmas «fueron una herencia envenenada», en palabras de la presidenta de la Fedac, Minerva Alonso.
Tras revisar a fondo la propuesta y actualizar el proyecto museístico, el Cabildo se ha propuesto abrir cuanto antes el inmueble, sin necesidad de esperar a la terminación del museo para ello, explica Alonso. No obstante, ya dispone del pliego para licitar la musealización por un presupuesto superior a los 500.000 euros y pretende abrir el concurso de esa segunda fase el próximo mes de septiembre.
«Se ha dividido en dos para ir más rápido», explica la también consejera de Industria, Comercio y Artesanía del Cabildo, en referencia a que el presupuesto de una única fase habría obligado a la Fedac a un procedimiento más dilatado.
Alonso está segura de que las obras caminarán al ritmo adecuado porque «hay todo un equipo multidisciplinar de fiscalización detrás para que todo salga bien» esta vez.
La primera fase, desvela, incluye detalles que facilitarán la posterior musealización del faro, incluyendo la eliminación de barreras arquitectónicas y su preparación para audioguías.
