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Cruz Roja: Salvar vidas por vocación

Cruz Roja realiza una importante labor en las costas canarias, no solo en tareas de rescate sino también en la prevención de riesgos en el mar. En las playas del sur grancanario trabajan unas 62 personas, además de contar con la colaboración unos 200 voluntarios activos todo el año. Los socorristas piden la colaboración ciudadana para evitar más muertes en las costas isleñas

Alberto Artiles Castellano y San Bartolomé de Tirajana

Jueves, 1 de enero 1970

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Un grupo humano con más de 15 años de experiencia y una alta preparación trabaja vigilante cada día para que la mayoría de las playas de Gran Canaria, y de San Bartolomé de Tirajana en concreto, sean seguras para los ciudadanos. Desde 1972 presentes en el mayor municipio turístico del archipiélago, su labor a veces no reconocida como se debería, es fundamental para la prevención de incidentes y, sobre todo, para salvar vidas.

Cruz Roja cuenta actualmente con una plantilla de 62 personas que la componen socorristas, patrones, personal de ambulancias, enfermeros y operadores de radio, trabajando unas 21 personas por turno en el servicio diario. La labor se centra en las playas más concurridas: San Agustín, Las Burras, Playa del Inglés, Maspalomas y Meloneras, aunque también se cubre cualquier incidencia que ocurra en el resto de las playas de San Bartolomé de Tirajana.

Al personal contratado también hay que sumar a los voluntarios, de los cuales en estos momentos se contabilizan unos 200 activos solo en el servicio de playa. La figura de del voluntariado es muy importante, pues satisfacen sus ganas de ayudar y refuerzan el servicio que se da en las playas, tanto acuático como terrestre.

La importancia de la concienciación ciudadana

Gracias al trabajo de la Cruz Roja se ha conseguido rebajar las incidencias en las playas del sur en los últimos años, sin embargo hay que tener en cuenta las circunstancias especiales que tienen las costas de las islas y, además, de la poca conciencia y ayuda en algunos casos de la ciudadanía. Y es que la Cruz Roja subraya, además del trabajo que se realiza en los rescates, la importancia de la prevención, tanto en recomendaciones, como informar sobre las condiciones meteorológicas aptas para el baño, así como ayuda en caso de algún problema.

«Nos encontramos muchas veces que el usuario hace caso omiso a los miembros de la Cruz Roja, no solo los extranjeros sino también los propios vecinos de la playa que se confían porque conocen el lugar», asevera Gustavo Rodríguez, responsable de playas, al que secunda José Antonio Rodríguez, referente comarcal del Sur. «Muchos no llevan bien que un socorrista le diga dónde se puede y no se puede bañar. Hace falta mucha concienciación por parte de la ciudadanía porque, por ejemplo, muchos usuarios de las playas no hacen caso a las señales de las banderas», señala.

A pesar de que el dato de ahogados en Canarias sigue siendo alta, hay que tener en cuenta que más del 90% de las personas ahogadas en las islas son en playas no vigiladas y fuera del horario de cobertura de playas. «En 2017 se contabilizaron tres ahogados, de los cuales dos se ahogaron fuera del horario de playas. Uno fue a las 8.00 de la mañana, cuando el servicio de playas es desde las 10.00 a las 17.00 horas en horario de invierno, mientras que en la campaña de verano, del 15 de junio al 15 de septiembre, cubrimos de 10.00 a 19.00 horas», afirma José Antonio.

Además, también hay que tener en cuenta que no todas las personas que fallecen en la playa son ahogados, aunque se contabilicen como tal. En cualquier caso, los datos de Canarias no se pueden comparar con otras comunidades puesto que en el archipiélago se puede ir prácticamente los 365 días al año a la playa, siendo la campaña fuerte en las islas en invierno con la llegada de nórdicos y de la tercera edad, que tienen más riesgo de infarto dentro del agua. «Hemos revertido de las últimos cinco paradas tres, que son datos muy importantes. Yo que llevo 20 años aquí sé lo importante que son esas cifras, pues ahora tenemos más medios y preparación para actual mucho más rápido», apunta Gustavo, convertido en héroe de una niña noruega que salvó de la muerte con solo tres años cuando ya la daban por desahuciada.

Material y puestos

Para realizar su importante labor en las playas de Maspalomas, Cruz Roja cuenta con dos motos de agua, «vehículo que es mucho más rápido y accesible en la costa para los rescates que una embarcación», detalla José Antonio; también tres todoterrenos para desplazarse por el arenal, un vehículo de rescate, una ambulancia de soporte vital básico y dos quad para la vigilancia dinámica de los socorristas por toda la playa. «Tenemos un puesto en San Agustín, un puesto de vigilancia en Las Burras, en Playa del Inglés hay dos torretas de vigilancia y un puesto de socorro, otro en El Faro con otra torreta de vigilancia, y un puesto de socorro más en Meloneras», asevera José Antonio Rodríguez, que junto a Gustavo reivindican la figura del socorrista.

«Es un trabajo duro, pero también reconfortante cuando sacas a una persona del mar viva. Hoy en día, con el adelanto de los equipos y las técnicas de rescate se salvan más vidas, pero necesitamos la colaboración de la ciudadanía. Pedimos que se respete al personal de socorrismo. La bandera roja no es para fastidiarle el día de playa a nadie, es por la seguridad de todos», aconsejan.

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