Masajes, señales y excursiones, quejas del Sur

El presidente de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos y vicepresidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas, Tom Smulders, expresó ayer la necesidad de que las autoridades municipales de San Bartolomé de Tirajana comiencen a resolver de una vez el decálogo de problemas que viene acumulando el Sur desde hace tiempo, entre ellos, destacó los masajes ilegales en las playas, la deficitaria y a veces inexistente señalización vial en la zona turística y el incremento de excursiones fraudulentas.

Smulders señaló, en relación a las personas que realizan masajes, que su presencia no es nueva, que llevan más de un lustro y que ni las denuncias y actuaciones del colegio profesional de los fisioterapeutas ha logrado que las quiten. «Hace unos cinco años hubo una actividad de los profesionales y se instalaron carteles advirtiendo del riesgo de estos masajes, pero la policía tiene dificultades para cogerlas actuando porque se mimetizan con los turistas y se esconden cuando se acercan los agentes», indicó el empresario.

La patronal, que tras la nueva denuncia espera se cierre aún más el cerco contra esta actividad ilegal, también le preocupa el déficit en la señalización vial de la zona turística. «Mientras en San Fernando, en la zona residencial, están todas las señalizaciones, en cambio en la zona turística están borrados los pasos de peatones en puntos donde se registra un gran movimiento de visitantes a diario», afirmó.

«Nos preocupa porque en esta época tenemos un turismo mayor, poco ágil y algunos con movilidad reducida, y por esa falta de señalización pueden sufrir atropellos u otro tipo de accidentes», puntualiza el representante de los extrahoteleros, quien asegura que el servicio municipal que tiene a su cargo pintar las señalizaciones viales está bajo mínimo. «Es de vergüenza, no tienen ni pintura», apuntó.

La otra gran inquietud de la patronal «son las excursiones de dudosa legalidad, que tienen empapelado todo el Sur, y sin embargo nadie pone remedio», añade Smulders, revelando que «ya no solo están llevando turista escandinavos, sino que ahora también el mercado alemán, cae víctima del probable engaño. Sin número ni nombre de agencia de viajes responsable, aquí nadie hace nada», asevera.