Recurren la concesión del Santa Catalina
Mientras el grupo Barceló avanza en el plan de modernización del hotel Santa Catalina, la pugna por su contrato sigue avanzando en el plano contencioso. El anterior adjudicatario, Manuel Padrón, ha anunciado la interposición de un recurso contra la adjudicación del contrato de arrendamiento del establecimiento hotelero.
El grupo Pama e Hijos, que regenta Manuel Padrón, ha interpuesto un recurso contencioso administrativo en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) contra la resolución del Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de la Comunidad Autónoma de Canarias que ratificaba la adjudicación del contrato de arrendamiento del hotel Santa Catalina a la empresa Barceló Arrendamientos Hoteleros.
El grupo Pama e Hijos, del empresario canario Manuel Padrón, era el anterior prestatario del servicio que prestaba el emblemático hotel.
El anuncio del recurso, presentado ante el TSJC el pasado 19 de febrero, ataca la decisión del tribunal administrativo. Éste inadmitió el recurso «interpuesto por mi mandante contra el acuerdo adoptado por el consejo de administración de la entidad mercantil Hotel Santa Catalina, en sesión de 6 de noviembre de 2017, que adjudicó el contrato de arrendamiento industria del hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria, al considerar que la sociedad contratante carece del carácter de poder adjudicador a los efectos» de la ley de Contratos del Sector Público «y no ser el contrato adjudicado susceptible de recurso especial en materia de contratación».
Esta decisión es definitiva en vía administrativa, de ahí que el grupo Pama e Hijos haya abierto la vía de lo contencioso-administrativo para defender sus derechos.
El TSJC dio por interpuesto el recurso en un documento que fue notificado el pasado 22 de febrero.
Cuando Pama e Hijos recurrió ante el tribunal administrativo, basó su petición en el hecho de que la propuesta ganadora -la de Barceló- no garantizaba la inversión y vulneraba la protección del edificio. Sin embargo, a mita de diciembre el Ayuntamiento respondió a estas alegaciones. El concejal Pedro Quevedo las criticó como carentes de fundamento.