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El incendio de la cumbre, extinguido

El incendio de la cumbre, extinguido

El Cabildo de Gran Canaria ha declarado este lunes la extinción del incendio que afectó, el pasado 20 de septiembre, a la cumbre de la isla, donde quemó 2.700 hectáreas, y que pudo ser estabilizado por la lluvia, las áreas cortafuegos y la contundente actuación del operativo desplegado.

Efe / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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El incendio se declaró el pasado 20 de septiembre en torno a las dos de la tarde, se dio por controlado el 23 y, desde entonces, la vigilancia, el enfriamiento y la actuación en focos, tocones y humos ha sido la dinámica de trabajo, ha precisado la corporación en un comunicado.

El último humo se produjo este sábado a las 18 horas, de modo que, pasadas las 36 horas recomendadas por los técnicos, el presidente del Cabildo, Antonio Morales, ha firmado la declaración de extinción.

Se ha tratado de un incendio que tiene detrás la mano del hombre, y la principal hipótesis es la intencionalidad, agrega la nota.

El fuego comenzó con una fuerte fase explosiva, casi una deflagración, que arrasaba cuatro hectáreas por minuto con características similares a las del incendio de 2013, que casi alcanza la zona afectada en 2007, el mayor de esta isla, y también con características similares al que acabó con la vida de veinte personas en La Gomera.

Este incendio de Gran Canaria se convirtió rápidamente en un problema de protección civil, "ya que contra su virulencia inicial nada se podía hacer, más que quitarle de delante todo lo que tuviera, ya que avanzaba más rápido que lo que corre una persona, por lo que, de inmediato, la actuación se centró en evacuar a quienes se encontraban a su paso, si bien causó el fallecimiento de una mujer".

Varios grandes temores se sucedieron desde el primer momento: que progresara por el norte hacia San Mateo y Santa Brígida y que por los flancos saltara a Valleseco y a la cuenca sureste-sur, por donde la catástrofe natural y personal habría adquirido unas proporciones exponenciales.

Sin embargo, la lluvia y la bruma que entraron la primera noche fue determinante, ya que frenó su avance por la cara norte y permitió centrar los trabajos en otras zonas en las que la lluvia no hizo su aparición.

Igualmente determinante fueron los trabajos de prevención de invierno como las quemas prescritas realizadas por los equipos presa del Cabildo, que bajaron la intensidad del fuego en estas áreas y el potencial de lanzamiento de pavesas.

La tercera clave para controlarlo fueron las contundentes labores de extinción del operativo desplegado, con destacadas actuaciones de los presa, ya que detuvieron los dos complejos frentes del fuego con gran potencial de destrucción.

La dirección de la extinción correspondió al Cabildo de Gran Canaria en todo momento, pero desde la primera tarde se pasó al Nivel 2 o regional para posibilitar la incorporación de medios de otras islas y del Estado, ya que su envergadura precisó todo el apoyo.

La recuperación de la cumbre grancanaria se producirá "por mosaicos".

El 80 por ciento de las áreas tratadas con quemas salvaron los pinos y ya han empezado a soltar su pinocha y a cubrir el suelo, por lo que hay puntos en los que casi no se nota que pasó el fuego.

Otras zonas sin quemas controladas o con otros tipos de pinos y árboles, radiatas y otros, tendrán que ser replantadas, y el resto llevará entre seis meses y un total de dos años para borrar las cicatrices.

Como siempre, el pino canario, adaptado al entorno volcánico, será el que mejor se recupere.

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