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Las Vegas llega con lágrimas a la fase 1

Las Vegas llega con lágrimas a la fase 1

El fallecimiento de Jorge Melián, el alma de El Guajara, llena de pesar a los vecinos de este barrio valsequillero que apenas ha notado la desescalada. Sus reconocidos restaurantes, principales puntos de atracción, no abrirán y esperan nuevas medidas

Ronald Ramírez Alemán y Valsequillo

Jueves, 1 de enero 1970

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Son días felices para la mayor parte de la isla. Después de casi dos meses de encierro, la gente ya puede visitar a ese familiar que tanto echaba de menos, reencontrarse con el amigo que solo veía a través de videollamadas y disfrutar del buen tiempo sentado en una terraza. Sin embargo, estos tiempos de desahogo no han llegado a todas las zonas por igual. En Las Vegas no hay euforia, la tristeza predomina entre sus vecinos. Y esta aflicción no se debe a que el cambio de fase haya resultado prácticamente intrascendente en este barrio de Valsequillo porque sus establecimientos, a excepción de la incombustible tienda de aceite y vinagre de Nievita, siguen cerrados, sino por la pérdida de su sonrisa eterna.

Jorge Melián dejó huérfano a su pueblo en la madrugada de este domingo tras una lucha infatigable contra una enfermedad que siempre deja perdedores. Era el alma de El Guajara, el restaurante de referencia en Las Vegas. Sus deliciosas costillas son conocidas en toda Gran Canaria y cuando uno se adentraba en este grill se encontraba siempre con la frente brillante de sudor y las bromas de Jorge El Guajara, como era popularmente conocido en el municipio de medianías.

«Yo creo que nunca le vi serio. Al menos no más de cinco segundos», relata Gregorio Peñate, el edil municipal de Las Vegas y Era de Mota. El bueno de Jorge aguantó hasta el domingo para que unos pocos pudieran despedirse. Fue una mínima parte, porque el tanatorio del pueblo se hubiera quedado minúsculo en condiciones normales para brindar el último adiós a un ser entrañable que se fue demasiado pronto. Porque la crueldad de la cuarentena arrebata hasta los derechos más sensibles, pero El Guajara, igual que primero sobrevivió a su padre, José Melián, también lo hará a Jorge con el redoblado esfuerzo de sus hermanos José Miguel, Moisés, Walquidia y Santi. Con el de su mujer Tere Sánchez y, sobre todo, con el nexo de unión, la mujer que hace posible que todo funcione, su madre Teresa Suárez. Lo harán por él, para que su recuerdo siga latente. Aunque esto sucederá en Valsequillo de punta a punta inevitablemente. «Es un palo muy duro para todos nosotros, pero Jorge siempre estará en nuestras conversaciones», añade el concejal de Urbanismo, entre otras áreas.

Y aunque cueste, la vida sigue. Eso sí, en Las Vegas aún a ritmo bajo. La Culata II tampoco abrirá, de momento, sus puertas. Sin poder usar su inmenso comedor, de poco les sirve que las terrazas estén disponibles, y menos teniendo en cuenta que para acceder a la suya hay que atravesar el restaurante. Tampoco lo hará La Culata I ni El Paraíso, por lo que el barrio, conocido en toda la isla por ser un punto de referencia gastronómico, sigue cerrado, llorando una pérdida muy preciada, mientras aguarda por nuevas medidas de relajación del confinamiento.

La lavandería Los Mocanes, empresa que ofrece muchos puestos de trabajo al municipio, tuvo que acogerse al ERTE porque con el cierre de los hoteles perdió la mayor parte de su clientela. Ahora sobrevive bajo servicios mínimos. El personal de la Finca de Don Emilio sí se ha salvado, y eso que esperarán a junio para volver a ofrecer hospedaje con las máximas garantías de seguridad y sanitarias. Mientras, están aprovechando para convertir este mágico hotel rural en autosuficiente con la instalación de una placa fotovoltaica que permita nutrir al complejo de energía proveniente de la luz solar.

Y aunque esté siendo un final de cuarentena amarga por la marcha de Jorge El Guajara, el consuelo es que la normalidad está cerca. Una evidencia palpable por los niños que vuelven a la plaza y porque a las siete José Granados ya no tiene que dar luz desde el balcón con su órgano. El servicio público que ofrecía cada tarde y que se viralizaba por medio de las redes sociales terminó con el Día de Las Madres. Su próxima actuación será, ojalá que pronto, en vivo y en directo.

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