Caminito de Belén, por Gran Canaria
Caminito de Belén, como en el villancico, pero sin salir de Gran Canaria. Esa es la propuesta de este reportaje, con hasta 73 sugerencias repartidas por 18 de los 21 municipios. El abanico de opciones es amplio. Los hay canarios, pero también hebreos, hechos a mano o con figuras de talla artística, con toque infantil y hasta de tapones de plástico. No se los pierda.
Son tantos, y de tanto nivel, que si quisiera abarcarlos, no le bastaría con un día, ni con dos. Solo en la capital podrá disfrutar de 22 nacimientos, la mayoría de ellos en instituciones, áreas comerciales, iglesias o plazas, lo que prueba que se ha convertido en una tradición que ha traspasado las fronteras de la religión católica y ha enraizado en la ritualidad popular de las navidades.
Moya y Gáldar han convertido a sus belenes en un atractivo turístico y diseñan rutas que señalizan incluso con cartelería en la vía pública. Margarita Rodríguez, presidenta de la asociación que agrupa a muchos belenistas de la isla, ahora redenominada Lo Divino, se muestra confiada en la buena salud de esta costumbre y también esperanzada porque percibe que hay cantera. «Hay gente preparada para el relevo», apunta.
Quedan referencias míticas, como la de Pepe Sánchez, cuyo nacimiento canario de San Gregorio, en Telde, celebra sus primeros 50 años; Pedro Armas, un maestro que estas navidades regala un belén canario al que no le falta detalle en el Centro Cultural de Agaete; o Vicente Díaz, un veterano de espíritu joven que vuelve a demostrar sus ansias por innovar con su nacimiento de tapones de plástico de Radio Gáldar.
Y a esa veteranía le acompaña el empuje riguroso de arquitectos-belenistas como el solicitado Fernando Benítez, que ha hecho de esta habilidad su medio de vida y firma varios nacimientos públicos (San Telmo, el Cabildo o la casa-museo Tomás Morales); y el incombustible Aridane Betancor, con 22 años de cita ininterrumpida de su siempre sorprendente belén del Camino de San Fernando, que este año propone ver en sesiones de 12 minutos con efectos de luz y sonido y un narrador.
Sí se echa en falta más presencia femenina, aunque una mujer presida el colectivo. Este año ampliaron a 50 metros cuadrados su belén canario de 2016, una delicia en miniatura en la que todo salió de sus manos. Está en Toledo, 8, en la capital, en Vegueta, y es visitable de lunes a sábado por las tardes y por la mañana domingos y festivos. Es solidario. Si va, lleve algún alimento no perecedero.