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1.300 años de La Fortaleza en una exposición

1.300 años de La Fortaleza en una exposición

El centro de interpretación del yacimiento arqueológico de Santa Lucía de Tirajana cuenta en diez módulos el relato de la historia indígena del enclave. La muestra ‘El tiempo perdido’ impulsa la reapertura del recinto museístico

Jueves, 1 de enero 1970

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La red de parques arqueológicos de Gran Canaria empieza a sacudirse, tímidamente, las bridas que le impuso y aún le impone la pandemia de la covid-19. El turno fue este jueves del centro de interpretación de La Fortaleza, en Santa Lucía de Tirajana, que reabre por la puerta grande, con el estreno de una exposición, El tiempo perdido, que complementa al libro que con el mismo título ha publicado la empresa Tibicena, que gestiona el yacimiento.

Es una muestra única en la que su principal singularidad no se percibe a simple vista, como recalcó varias veces el gerente de Tibicena, Marco Moreno. No solo expone objetos prehispánicos de indudable valor científico e histórico, sino que sobre todo es la exposición de un relato en el tiempo, el que escribieron más de 40 generaciones de canarios durante los años que habitaron la Tirajana indígena, en la que se inserta La Fortaleza, durante 1.300 años.

Este es el único enclave aborigen en Canarias del que se puede hacer un relato con principio, fijado por ahora, según dataciones, en el siglo III, y final, con la conquista, en los siglos XV y XVI. En la muestra se sitúa su inicio en los siglos V y VI, pero es que, cuando ya estaba todo diseñado, dataron un hueso de un feto en el siglo III. No dio tiempo a incluirlo.

Financiada por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, El tiempo perdido sintetiza de forma muy didáctica, amena y gráfica, en diez grandes bloques, cinco años de ardua investigación que ha desarrollado Tibicena gracias a la implicación económica, como apuntó Moreno, del Gobierno canario, del Cabildo y del Ayuntamiento de Santa Lucía, del que depende el centro.

De hecho, al acto acudieron la directora general regional, María Antonia Perera, el consejero de Presidencia del Cabildo, Teodoro Sosa, al que compete Patrimonio Histórico, el alcalde de Santa Lucía, Santiago Rodríguez, la edil local de Cultura, Yaiza Pérez, y el primer teniente de alcalde de San Bartolomé, Samuel Henríquez. A todos les pidió Moreno, al final de la breve ruta que les hizo por la muestra, que mantengan su compromiso con la investigación y la conservación, llamamiento al que se unió el alcalde al final de su intervención. «No nos dejen solos», les dijo. Por lo pronto, tanto Sosa como Perera, cada uno con sus palabras, prometieron que La Fortaleza seguiría en la agenda.

Momia con brucelosis

El centro aprovecha su reapertura para exponer por primera vez en sus salas dos momias aborígenes que ha cedido la Fundación Sánchez Araña. Una de ellas, advirtió Moreno, es única en el mundo. Aparecida en Guayadeque, conserva los restos de una mujer de 35 años en la que se aprecia que sufrió brucelosis, una enfermedad que puede contraerse por vivir en estrecho contacto con animales. Le produce un estreñimiento brutal que genera una sepsis. Al acto asistió el presidente de la fundación, Juan Sánchez, que conversa con el Ayuntamiento para que el centro albergue su colección.

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