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MercaFuer: fidelidad de los clientes a la producción local

MercaFuer: fidelidad de los clientes a la producción local

La Consejería del Sector Primario del Cabildo reabrió ayer en la estación insular de guaguas de la capital el antiguo mercado de la Biosfera bajo otra denominación, pero con los mismos productores y agricultores locales. Los clientes volvieron fieles tras el paréntesis de cuatro meses.

Jueves, 1 de enero 1970

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Como hace cuatro meses, cuando cerró el entonces mercado de la Biosfera, el agricultor Alexis Belisario Nuez despachaba ayer uno de sus productos estrellas: la piña tropical. La nueva denominación (MercaFuer), las mascarillas y el expositor más luminoso son las grandes novedades de un mercado donde permanece la fidelidad de los clientes.

El ahora MercaFuer abrió sus puertas, donde un agente de seguridad privada aconsejaba lavarse las manos con gel hidroalcohólico y recordaba la obligación de la mascarilla, con colas de gente esperando por volver a comprar frutas y verduras de Fuerteventura, huevos de Adisfuer, mermelada de pimiento de Rufina, rosquetes de la panadería Zenón de Tetir o lentejas majoreras de la Rosa del Agua. Hubo también ausencias de expositores, entre ellos la pescadería y la panadería alemana, pero, medidas sanitarias aparte, el cliente acudió fiel a la llamada de la producción local.

De esta fidelidad habla con agradecimiento Alexis Belisario Nuez López, agricultor de Tarajal de Sancho. Tras protestar por el cierre del antiguo mercado, se reconvirtió y comenzó a vender su producción por whatsapp y con reparto a domicilio a sus clientes de siempre, los mismos que ayer hacían cola para volver a comprarle directamente. «Llegaba agotado del reparto, tras doce y catorce horas recorriendo la isla, pero lo hacía pletórico porque los clientes me demostraban su aprecio y me animaban». En un expositor «más limpio, más vistoso, más alegre», Alexis Belisario - «el Belisario es por mi padre» -pasó toda la mañana de ayer saludando y despachando.

El apellido de su abuela, Rufina, da nombre a las mermeladas, mojos y zumos de tuno indio de Rosa Delgado. Ella defiende la producción local, el trato directo con el cliente y el resto de virtudes de la cultura del mercado que representa, además, «la mejor opción en estos tiempos de pandemia para alimentarse de la forma más sana». Rosa, detrás de la obligatoria mascarilla, enumera sus productos más solicitados: la mermelada de calabaza y mango, la mermelada de pimiento y los zumos de tuno indio. Esta productora local también está en el mercado de las tradiciones, en la Casa del Coronel de La Oliva, aunque marca las diferencias en cuestión de clientela: en MercaFuer, el cliente es local; en La Oliva se dan cita los ciudadanos extranjeros residentes. Y vuelve a la carga con su defensa de la producción local: «compramos las frutas y las verduras de aquí para elaborar nuestros productos, gastamos en la imprenta para nuestras etiquetas, hasta a la hora de comprar los tarros de cristal . Desde luego, no somos agricultores sino productores locales, pero también somos importantes».

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