Las vidas de la Campos
Crítica TV ·
La profesional meticulosa y la mujer cercana a unos espectadores que ya la echan de menos
En sus memorias, tituladas 'Mis dos vidas' y publicadas en 2004, María Teresa Campos desvela que la primera vez que su nombre apareció en los ... periódicos tenía cuatro años. Un crío jugaba sin saberlo con una bomba de la Guerra Civil en la avenida de la Rosaleda malagueña y la explosión provocó heridas a la futura periodista, que conservó las cicatrices en brazos y piernas, «prueba de aquella mañana de noviembre de 1945 en que fui lo que ahora llamaríamos un daño colateral».
La Campos tuvo muchas más que dos vidas, aunque ahora la despidamos con el limitador epíteto de 'reina de las mañanas'. Criada en una familia apolítica –«es decir, de derechas», ironiza en su libro–, en 1972, con Franco todavía vivo, ya dirigía un programa feminista en la radio, 'Mujeres 72', que duró hasta 1980. Aquella chica que recitaba pasajes larguísimos del Evangelio de memoria en el colegio se enorgullecía de entre todos sus premios del Clara Campoamor, la diputada precursora del voto femenino.
De su etapa malagueña, esa «primera vida» antes de saltar a Madrid, María Teresa Campos aprendió sobre todas las cosas a amar la libertad y la democracia. «Mi lema es poder decir lo que te dé la gana en el momento oportuno», sostenía. Ella acabó con las reposiciones que colmaban las mañanas televisivas cuando Jesús Hermida la puso al frente de 'Por la mañana' en 1987. Ya en Telecinco, su 'Mesa de debate' en 'Día a día' anticipó a finales de los 90 las tertulias políticas que hoy dominan la pequeña pantalla.
Una vez conocí a María Teresa Campos en su etapa en Punto Radio. Me fascinó el rigor militar con el que ordenaba a su equipo y la afabilidad que desplegaba al entrar en antena. Dos vidas, la profesional meticulosa y la mujer cercana a unos espectadores que ya la echan de menos.
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