Renovarse o morir
CRÍTICA DE TELEVISIÓN ·
Y si no que se lo pregunten a Telecinco que cierra el año peor de lo que lo empezó
Lo de renovarse o morir hay que saber hacerlo. Y si no que se lo pregunten a Telecinco que cierra el año peor de lo ... que lo empezó. La cadena pretendía con el nuevo curso superar la crisis de audiencia que lleva arrastrando un largo de tiempo y comenzó un proceso de cambios en su programación para tratar de atraer espectadores y de reconquistar a los que un día fueron sus fieles incondicionales.
No ha ido bien. Lo que pasa es que renovarse, lo que se dice renovarse, la cadena de Mediaset no lo ha hecho mucho. A lo sumo ha realizado algún lavado de cara y ha movido fichas. Lo que hacía Ana Rosa Quintana por las mañanas lo hace ahora por las tardes (con menor seguimiento). Lo que hacía 'Sálvame' con los famosos lo hace ahora el programa de los viernes de Santi Acosta (con menos ingenio). Lo que sucedía en 'Gran Hermano' hace diez años sigue pasando en el renovado proyecto con Marta Flich al frente (con menos sorpresa). Así es difícil que haya resultados.
2024 se presenta difícil en este canal, condenado a una tercera posición y sin mucha perspectiva de mejora, la verdad. Cabe preguntarse ¿qué es renovarse para bien? Pues lo que ha hecho 'Operación triunfo', por ejemplo. El formato que nació hace 20 años luce como nuevo, goza de excelente salud en su andadura en Prime y ha conseguido atrapar a un público muy joven que apenas se acerca a la tele tradicional. O lo que intenta TVE, volviendo a contar con pesos pesados de la pantalla como son Mercedes Milá o Paula Vázquez, para las que parecía que no había sitio en la televisión generalista actual. Se cierra un año de despedidas y de modificaciones que, por el momento, no están dando el fruto que se esperaba de ellos.
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