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¿Qué es un hombre de verdad?

¿Qué es un hombre de verdad?

Fuerza, valentía, testosterona o heterosexualidad son algunos de los términos que, desde siempre han ido ligados al concepto de masculinidad. Sin embargo, la evolución de este pensamiento y su impacto con la educación de las generaciones más jóvenes ha supuesto un cambio en los hombres.

EFE / Madrid

Jueves, 1 de enero 1970

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La dificultad de ignorar los valores tradicionalmente asociados al concepto de masculinidad en la sociedad actual, la presión social y el miedo a ser diferentes son tres factores que influyen en el comportamiento de los hombres.

Y es que los modelos de comportamiento masculino vienen determinados por un conjunto de creencias que se trasmiten durante generaciones, aunque el futuro se muestra alentador, puesto que «la manera de educar a las nuevas generaciones está ligada a una mayor concienciación y no se quieren repetir los mismos patrones», explica Javier Riaño, director de belleza y marketing corporativo de P&G.

La masculinidad del hombre ha cambiado

Durante muchos años ha habido un solo modelo de hombre que, según el sociólogo Erick Pescador, «ha estado unido al poder, a la distancia emocional y a la violencia». Esta forma hegemónica ha traído «sombras e incomodidades» a muchos otros hombres, que hoy elaboran su propia forma de ser y comportarse «desde la libertad y otras masculinidades».

Para analizar todo esto, Gillete ha elaborado un estudio sobre una base de 2.000 hombres españoles de entre 18 y 59 años, denominado «Hay que ser muy hombre», que ahonda en el término de masculinidad y su evolución en España:

Pero, ¿qué significa realmente ser un «hombre de verdad»? Ser uno mismo es uno de los aspectos más importantes para los españoles, aunque el 68 % considera que el hecho de haber nacido hombres no significa que formes parte de la masculinidad.

¿Qué es un hombre de verdad?

Además, 8 de cada 10 hombres han oído a lo largo de su vida cómo debe comportarse un hombre «de verdad»: para un 48 %, con fuerza, otro 28 % habla de autosuficiencia; un 27 % se refiere al control y un 26 %, a la heterosexualidad.

6 de cada 10 hombres consideran que la sociedad educa para encajar en modelos de masculinidades establecidos y un 45 % se han sentido a lo largo de su vida presionados, alguna vez, para actuar dentro de las normas sociales que rigen la masculinidad.

Para luchar en contra de estas imposiciones sociales, el 80 % de los hombres españoles dice que cambiará la forma de educar a sus hijos para no caer en los mismos estereotipos y, de esta manera, romper las normas bajo los que ellos fueron educados.

Los modelos de comportamiento masculino vienen determinados por un conjunto de creencias que se transmiten durante generaciones ligadas a emociones, formas de actuar, sentir y pensar.

Por ello «intentar cambiar esta tendencia, educando en los valores de otras masculinidades más inclusivas y diversas es uno de los objetivos principales de las nuevas generaciones», asegura Javier Riaño.

Los resultados del estudio demuestran que el hombre quiere y puede expresar sus sentimientos, incluidos aquellos que la sociedad tradicional dice que le conectan con la debilidad y la falta de poder, por lo que «reconocer las emociones devuelve la fortaleza» que les quita «la contención».

Respecto a las responsabilidades, los resultados indican que los hombres participan cada vez más en las tareas domésticas sin complejos, algo que está vinculado con el giro laboral dentro de los espacios públicos: se admite un mejor reparto de las responsabilidades en todos los ámbitos.

El aspecto físico es otro de los factores que más se vincula con la masculinidad, sin embargo, aunque los chicos jóvenes todavía identifican la hombría con un tipo de cuerpo, musculatura y apariencia fuerte, los hombres que participaron en el estudio no consideran la apariencia como algo importante.

En las relaciones también se ha producido un avance importante, puesto que el modelo sexual predominante no marca tanto la identidad: patrones tradicionales como la frecuencia con la que se practican relaciones pierden importancia.

Todo este análisis de los hombres españoles ha llevado a Gillette ha desarrollar una nueva línea de comunicación orientada a ensalzar los valores positivos de la masculinidad y desterrar los negativos, cuyo resultado es la campaña «Hay que ser muy hombre», basada en la redefinición del tópico español.

La nueva campaña gira en torno a seis ‘celebrities’ españolas, hombres que por encima de su fama tienen grandes historias que inspiran a las generaciones más jóvenes en los valores de integridad, superación, honestidad y respeto.

Los actores Paco León y Jesús Vidal; el cantante Dani Martín; los deportistas Dani Silva y Pau Rives y el fotógrafo y Drag Queen Rubén Errebeene son los rostros protagonistas de esta campaña, hombres que han desarrollado su mejor versión para convertirse en reflejo e inspiración de las generaciones futuras.

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