
El diseñador Antonio Alvarado, durante la presentación de la exposición sobre su carrera, 'Baja costura', en el Museo del Traje, en Madrid.

Trabajó mucho para el séptimo arte, siendo las películas de Pedro Almodóvar las más relevantes en su trayectoria. 'Matador', 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' o 'Tacones Lejanos' fueron algunas de ellas.

Trabajó mucho para el séptimo arte, siendo las películas de Pedro Almodóvar las más relevantes en su trayectoria. 'Matador', 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' o 'Tacones Lejanos' fueron algunas de ellas.
En primer plano, un abrigo en tafetán de seda con vueltas en pelo con estampado de leopardo perteneciente a 'Tacón amargo' (1987), una de sus colecciones más importantes. Título que, por cierto, barajó Almodóvar para una película que no llegó a realizarse. El patrón de la pieza, prestada por Olvido Gara, se inspira en una prenda de mediados del siglo XIX.
Tres de los abrigos de la colección llamada 'Las estraperleras', de 1987, en la que todos tienen el mismo patrón, que permite hacer las prendas reversibles. Siempre usaba pelo o piel sintética, excepto para el calzado.
El Museo del Traje expone dos de los cuatro vestidos de novia que confeccionó durante su carrera. En la imagen, a la izquierda, con un maniquí realizando una peineta, el que lució María Barranco durante un desfile. A la izquierda, el que hizo en ganchillo de lana para su amiga la diseñadora Victoria Barrera. Ambos de 1991.
La exposición tiene 1.000 metros cuadrados, una de las muestras de moda más grandes que se han realizado en España, para mostrar 500 piezas de Antonio Alvarado.
Uno de los motivos de la colección 'La tentación de San Antonio' (1987) son los elásticos estampados con motivos de bisontes, eludiendo a las famosas pinturas de Altamira, pero la fuente del diseñador es una conocida marca de tabaco que consumió en su juventud. Un juego de significados que tanto gustan a Alvarado.
La clásica gabardina de Burberry era una de sus obsesiones, sobre la que trabajaba una y otra vez, al igual que, a la derecha, las faldas tableadas que convertía en vestidos cortos.
La provocación siempre ha enmascarado su técnica. La sastrería ha sido el terreno predilecto de Alvarado, experimentando sobre el patronaje.