«En NC no sobra nadie, y menos gente con la valía de Román y de Carmelo»
Tras la renovación de los órganos de dirección de Nueva Canarias, Luis Campos inicia una etapa «ilusionante y cargada de responsabilidad» como secretario general
Tras Congreso Nacional, celebrado hace menos de una semana, el nuevo secretario general de Nueva Canarias asegura que a partes iguales siente orgullo, responsabilidad e incluso miedo. Pero afirma que cuenta con un equipo renovado que ha salido de un congreso del que destaca la unión y la ilusión de sus participantes. Atrás queda una grave crisis interna que derivó en la marcha de ediles y militantes y la desconexión de partidos locales con los que en las últimas convocatorias electorales habían concurrido. De algunos de los protagonistas de esa contienda prefiere ya ni hablar. Se centra, dice, en trabajar por el país canario.
–Nueva Canarias acaba de celebrar congreso con 300 delegados, pero había muchísima más gente pendiente. ¿Cuál es la valoración que hace?
–Ha superado todas las expectativas. Ha sido un congreso de verdad extraordinario. Evidentemente, cada vez que llega una cita congresual, cada cuatro años, nos reunimos para repensar nuestra forma de organizarnos, para actualizar los contenidos en función de las necesidades reales de la gente o del momento que nos está tocando vivir, muy preocupante por cierto. Pero también para renovar las direcciones, para fortalecernos a nivel interno, pero también para proyectar una imagen hacia el exterior de una organización política que aspira a ser siempre un referente en la política canaria. Y el resultado ha sido excepcional, con una participación importante de la gente que de verdad quiere este proyecto, de la gente que ha querido estar en este proyecto y que está en este proyecto, y por tanto de gente absolutamente comprometida. Sin olvidar que el congreso es la escenificación de un trabajo precongresual de ocho meses. Un trabajo intenso, asamblea por asamblea, trabajando cuatro ponencias, con 17 propuestas de resolución sobre los problemas de Canarias y los riesgos, como el avance de la extrema derecha o los populismos. Yo no recordaba un congreso con tanta participación, entusiasmo y compromiso.
–Román Rodríguez y Carmelo Ramírez se van, pero no se van. ¿De verdad tiene usted el mando?
–El mando lo tiene la dirección del partido, el mando lo tiene toda la militancia. Ese fue además el mensaje claro durante este último año y medio, frente a posiciones en las que algunos querían decidir el futuro de esta organización. Nosotros dijimos que quien decidía el futuro, quien manda en esta organización, son todos sus militantes, todos sus afiliados y afiliadas, y así se demostró en el congreso. Era posible la renovación, era posible como dijimos siempre, con la libertad individual de cada uno de decidir si se postula o no a la dirección. Unos, finalmente decidieron no hacerlo, y otros, finalmente decidimos dar un paso a un lado. Y en última instancia, al final quien refrendó esa mayoría fue el conjunto de la militancia. En segundo, por supuesto que Román y Carmelo siguen, es que fue la condición 'sine qua non' que yo puse para dar este paso. Porque en este partido no sobra absolutamente nadie. Es más, nos falta gente todavía. Esa va a ser una de nuestras principales tareas de NC, llegar a todos y cada uno de los lugares, de los territorios, de los municipios de Canarias. Y no sobra nadie, y menos gente con la valía, el liderazgo, la capacidad, la impronta excepcional de personas como Carmelo, Román. Pero sí que hay muchas caras nuevas, en algún caso, frente a la anterior dirección, y otros que a lo mejor no somos tan nuevos, pero que asumimos nuevas responsabilidades. Y aquellos que señalan a Román y a Carmelo es que no los conocen. Cuando les ha tocado ejercer como presidente y secretario de Organización, lo han hecho de manera colegiada. Yo he sido consultado en multitud de temas, en multitud de ocasiones por ellos cada vez que tomábamos ciertas decisiones. Y he aprendido de Román algo excepcional y que me gustaría replicar: Es alguien que todo lo que sabe, te lo enseña. No se guarda nada. Y eso lo hace realmente quien tiene liderazgo, confianza. Y, además, en esta nueva dirección En esta dirección no hay nadie que no tenga personalidad; no hay nadie que no tenga criterio. Y por tanto, en esta dirección no va a haber nadie que se deje ni mangonear ni manipular por nadie.
–Con una sangría de personas, de concejales, de dirigentes locales que se han ido. ¿Cómo van a paliar esos huecos?
–Ya lo estamos paliando. En ocasiones, una cosa es la imagen que se proyecta y otra es la realidad. Es verdad que ha habido gente que se ha ido a la organización. Y yo no voy a decir que eso a nosotros no nos ha afectado nada. Estaría mintiendo. De hecho, fue nuestra principal tarea durante un año y medio. Evitar que eso sucediera. Hicimos todo lo posible para que eso no pasara. De hecho, este congreso se celebró el pasado fin de semana, finales de julio, cuando tocaba hacerlo en el mes de abril. Hemos adelantado casi un año el congreso. Porque así nos lo pidieron quienes plantearon una visión alternativa del partido. Y como es otras muchas cosas, aceptamos. Era ahí, en ese espacio precisamente donde teníamos que definir todo eso. Le dedicamos mucho tiempo para que no sucediera esa ruptura. Pero se ha producido. Y ahora toca salir adelante. La sensación que se ha dado es solo de gente que se va. Pero no se habla nunca de la gente que entra. Se han ido 20 y pico afiliados en la Asamblea de Las Palmas y se han incorporado en los últimos meses 73 nuevos afiliados y afiliadas. Ya tenemos un nuevo comité local en Firgas, de Nueva Canarias, propio. Hemos firmado un acuerdo con Ahora Guía... Se ha incorporado más gente de la que se ha ido. Ahora el principal mandato es crecer, llegar a donde nunca estuvimos. Este es un proyecto de 8 islas. Este es un proyecto de 88 municipios.
–¿Y confía en que Nueva Canarias llegue a las instituciones solo? Con Vox no van a hablar; con Coalición Canaria está ante el juicio. ¿Con Municipalistas Primero Canarias?
–Ahora no toca hablar de alianzas, a dos años de las elecciones. Con quien único nosotros jamás, nunca, bajo ningún concepto vamos a pactar es con Vox. O con los espacios de la extrema derecha similares a Vox, la antítesis de nuestro proyecto político. Y cuando nosotros decimos que no vamos a pactar con Vox, es que no vamos a pactar con Vox. Otros también que se llaman nacionalistas lo dicen pero les faltó tiempo para hacerlo, para unirse a ellos cuando los necesitaron para acaparar poder. A partir de ahí, este no es el momento de hablar de alianzas electorales. Ahora lo que toca es trabajar en esta casa del nacionalismo, de las mayorías sociales, de las clases populares. Hay otros que se arrogan ser el partido nacionalista, pero sus políticas están más dirigidas hacia las élites. Probablemente tengamos que ser capaces de buscar alianzas electorales para combatir lo que está viniendo, el avance de la derecha y de la extrema derecha, de los populismos absolutamente salvajes, de aquellos que quieren destruir lo que hemos construido, los derechos, pero también el autogobierno, que para una organización nacionalista como la nuestra es esencial. Tenemos que buscar confluencia. Queremos tender la mano, que esta sea la casa donde podamos sentarnos, donde podamos confluir.
–¿Y cuál cree que es ahora mismo el gran problema de Canarias?
–La vivienda. Para mí es el más grave de todos, porque además creo que es el reflejo del reto demográfico. Nosotros hemos sido los impulsores de esa comisión de estudio de reto demográfico en el Parlamento, porque habíamos identificado que aquí no podemos seguir creciendo al ritmo que lo estábamos haciendo, porque no estábamos siendo capaces de dimensionar ni los servicios ni las infraestructuras para quienes ya viven y quienes se incorporaban a vivir en Canarias, con calidad de vida. Todo lo contrario, estaba suponiendo un retroceso en un archipiélago que ha crecido en este siglo XXI en más de 600.000 personas. Es decir, en apenas 25 años, más de 600.000 personas. Es absolutamente insostenible. Y se ha demostrado. Se han puesto en jaque todas nuestras infraestructuras y se empiezan a declarar en emergencias –en materia hídrica, por ejemplo– que tienen un identificador claro. Hay una auténtica quiebra de un modelo de desarrollo de la construcción de un país, el país canario, sostenible como factor esencial y con calidad de vida para quienes aquí vivimos. Por eso decimos que hay contener ese crecimiento; desclasificar camas en islas donde ya no tiene sentido que se haga ni una sola cama más, con una moratoria sobre el crecimiento turístico en algunas islas, en otras quizás no. Pero está claro que no podemos simplificar en algo tan diverso y tan complejo que ha llevado a el acceso a la vivienda hoy es un derecho absolutamente quebrado. Hay más problemas, claro, como la sanidad; pero la vivienda es el que más malestar está generando en el conjunto de la población.
–¿No funciona el modo canario del Gobierno CC-PP?
–No es modo canario, es modo Clavijo, que pasa por no escuchar nunca a la oposición. Tampoco a la ciudadanía, que ha salido a la calle para decir Canarias tiene un límite. No es turismofobia, es sentido de hartazgo de un modelo de desarrollismo con dos Canarias, la de arriba y la de abajo. El modo Clavijo es el rodillo permanente , además de ayudar a las 6.000 familias más ricas de esta tierra. A la derecha de Clavijo se sienta Manuel Domínguez, el PP, que ha boicoteado por tierra, mar y aire la solución a los menores extranjeros no acompañados. Un PP mimetizado con la extrema derecha. Un gobierno canario de las dos derechas que no es defendible, con un partido sistemáticamente contra los intereses de Canarias. Y no me vale el cuento de que es el PP estatal. Domínguez está ahí. Y el presidente Clavijo es responsable, porque lo tiene a su lado y porque lo mantiene. No lo va a echar, claro. ¡Pero es que encima lo defiende!
–Ya sabemos lo que piensa de Clavijo y Domínguez. ¿Y de Teodoro Sosa?
–No le voy a dedicar ya ni un segundo más a quien le faltó el respeto a NC, su dirección y militancia. Ya le hemos dedicado 18 meses. Y ya no están en NC. Ahora nos vamos a concentrar en los que están y quieren el proyecto de NC. Se han abierto muchas heridas y no quiero ensancharlas.
